«Nadie puede pensar ya en una sanidad bien articulada y estructurada sin considerar como pieza fundamental del tablero a la farmacia», afirmó la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región de Murcia, Paula Payá, en el acto de apertura del curso de la Academia de Farmacia Santa María de España, celebrado ayer, en el que subrayó que «los farmacéuticos, desde el mostrador de sus boticas, están siendo un punto esencial del sistema de salud».
En opinión de Payá «aún se puede dar más y aprovechar mejor todo el potencial que representa la red de más de 22.000 farmacias distribuidas por el territorio nacional». De hecho, mostró «la voluntad» de seguir colaborando con la Consejería de Salud, tal y como se ha hecho con programas como el de los test de autodiagnóstico de antígenos de COVID-19 o el del cribado de la enfermedad de Chagas.
La presidenta del COFRM expresó estas ideas durante el acto en el que fue nombrada Académica Protectora de la institución académica, un nombramiento recibido, dijo, «en nombre de los casi 2.000 farmacéuticos y farmacéuticas colegiados».
Durante el acto se entregaron de los premios de investigación convocados anualmente por la Academia de Farmacia concedidos en esta edición a Antonio Cózar Hidalgo e Isabel María Alonso Bellido. También fueron merecedores de diploma Luis Cánovas García y Olga tárraga Samper, los dos estudiantes con los dos mejores expedientes académicos del Grado de Farmacia de la Universidad de Murcia y la Universidad Católica San Antonio.
