«Actualmente el estrés constituye un grave problema de salud pública y puede ser el causante de un gran número de patologías e, incluso, agravar las persistentes». Así lo ha puesto de manifiesto el Dr. Víctor Vidal Lacosta, experto en patologías de estrés, quien ha revisado el impacto de la fatiga pandémica y las repercusiones sobre la salud física durante su intervención en la ponencia de la última jornada de Infarma Virtual 2021 versada en «Estrés e inmunidad».

Víctor Vidal ha comenzado agradeciendo a Carmen Lozano Estevan, vocal de Alimentación y Nutrición del COFM y moderadora de esta ponencia, la labor realizada por los profesionales de la farmacia durante estos duros meses, señalando que «son un ejemplo de profesionalidad y se han comportado como unos guerreros. El problema es que no han tenido ayuda y han debido enfrentarse solos a esta situación, por lo que en estos momentos 8 de cada 10 farmacéuticos sufren estrés». Asimismo, ha apuntado al distrés o estrés crónico como una de las perores consecuencias de la pandemia: «La sensación de tensión o amenaza provocada por la impredecibilidad y la sensación de descontrol ha generado en la sociedad el sentimiento de fatiga pandémica».

Por otro lado, Vidal Lacosta ha asegurado que «el distrés pone en peligro al ser humano y causa el 70 por ciento de las enfermedades, cuando no las agrava». Por ello, ha resaltado la relación entre problemas psicológicos y el Síndrome de Karoshi, que representa la principal causa de muerte en Japón, o los datos que convierten al suicidio en la causa de muerte superior a los accidentes de tráfico.

Estrés y su relación con el cáncer

Durante su intervención, el experto ha recomendado poner la lupa en la relación entre estrés y cáncer, ya que el sistema inmune alterado no responde al correcto funcionamiento de las células NK. En este sentido, ha apuntado a los cánceres de mama y pulmón como los que tienen «un mayor factor de riesgo, ya que el estrés promueve la metástasis del tumor de mama y reduce la eficacia de la quimioterapia». 

Por otro lado, ha apuntado otra repercusión negativa relacionada con el estrés crónico: «Varios estudios corroboran que la depresión y la ansiedad están implicados en los genes y pueden cambiar el funcionamiento del genoma e, incluso, transmitirse de generación en generación. Entre esos aspectos a los que puede afectar el estrés mediante el genoma se encuentra la longevidad y el riesgo de enfermedades cardiovasculares».

Finalmente, ha concluido que «sobre las válvulas de escape del estrés los farmacéuticos saben mucho, hay que ir al objetivo y la clave como fórmula para reducir el estrés». Al concluir la sesión, tanto Vidal Lacosta como Carmen Lozano han coincidido en que «los farmacéuticos deberían ampliar su formación para actuar frente al estrés y tener una mayor resistencia frente a estresores devastadores, como la pandemia, donde ellos han estado en primera línea, respondiendo a las necesidades de la población».

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