La budesonida es un glucocorticoide que, tras la inhalación, presenta una acción antiinflamatoria, reduciendo los síntomas y exacerbaciones del asma. El formoterol produce un efecto broncodilatador en unos 1-3 minutos, persistente durante al menos 12 horas.
El dispositivo es pequeño, ligero y discreto, y ha sido diseñado para facilitar al paciente su uso. Así, se deposita una dosis constante de los principios activos en los pulmones, con independencia de la edad del paciente y de la gravedad de su enfermedad, para lograr una aplicación precisa y consistente. Los estudios realizados en 1016 pacientes con asma y EPOC aseguran que al 87% de los investigadores les resultó “fácil” enseñar su funcionamiento, mientras que apenas un 0,5% lo calificó de “difícil”. Asimismo, hasta 8 de cada 10 pacientes mostraron preferencia por este inhalador frente a otros de su clase, y el 95% de los pacientes se mostraron satisfechos o muy satisfechos con él.
El fármaco ya está disponible en las farmacias y es un medicamento sujeto a prescripción médica.