Médicos y farmacéuticos consensúan por primera vez en una guía cómo detectar y controlar la HTA en las farmacias

La Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) y el Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada (GIAF-UGR), con la colaboración de Laboratorios Lacer, presentaron en Madrid la primera Guía de actuación para el farmacéutico comunitario en pacientes con hipertensión arterial (HTA) y riesgo cardiovascular (RCV).

Se trata del primer documento de consenso en HTA y RCV fruto del trabajo conjunto entre médicos y farmacéuticos españoles y su objetivo es aunar criterios y establecer las bases para la detección y seguimiento del paciente hipertenso en la farmacia comunitaria, definiendo a su vez los signos de alarma y los procedimientos de derivación al médico. En definitiva, un material de referencia en la óptima asistencia sanitaria desde las farmacias comunitarias y en coordinación con el médico, del que se beneficiarán los diez millones de sujetos adultos que en España sufren HTA y, por tanto, con potencial riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Daniel Sabater, miembro del Grupo de HTA de SEFAC y del GIAF-UGR, y uno de los coordinadores de la guía, ha indicado en el acto que «con herramientas como esta queda demostrado que es perfectamente posible el entendimiento entre médicos y farmacéuticos para establecer criterios de actuación consensuados en pos de la salud de estos pacientes, cada uno desde sus responsabilidades sanitarias».

Para recalcar la importancia de este documento, Sabater ha recordado que «hasta la fecha se han publicado numerosas guías clínicas sobre la atención a pacientes con HTA, pero dirigidas principalmente a médicos». Y Ana Molinero, vicepresidenta y actual coordinadora del Grupo de HTA de SEFAC, ha confirmado que «los farmacéuticos comunitarios demandan documentos de este tipo que faciliten su labor asistencial de forma consensuada con el colectivo médico, y es objetivo de SEFAC poner a su disposición este tipo de materiales».

Alejandro de la Sierra, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Mutua Terrasa (Barcelona) y coordinador de la guía por parte de SEH-LELHA, también ha manifestado que «la óptima gestión compartida del paciente con HTA requiere de la coordinación entre profesionales sanitarios, por lo que la fijación de criterios de actuación consensuados es la mejor vía para alcanzar el objetivo». Y Luis Miguel Ruilope, jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y ex presidente de SEH-LELHA, ha dicho que «las farmacias son una extensión del centro sanitario, por lo que si en ellas se lleva a cabo una detección precoz de la HTA estaremos salvando tiempo y dinero al sistema sanitario». Además, ha mostrado su satisfacción porque sociedades científicas como SEFAC y SEH-LELHA «hayan abierto camino, con esta guía, en un área donde aún no existía entendimiento entre profesionales sanitarios, como es el caso de la HTA».

 

Del cribado al seguimiento

Se estima que un 35% de la población española adulta tiene diagnosticada HTA, y la cifra se eleva al 68% en mayores de 60 años. Por otro lado, casi otro 35% de adultos –sin sesgos por edad– presentan una presión arterial (PA) normal-alta o normal, parámetros que también originan riesgo cardiovascular y requieren, por tanto, un control desde ese primer nivel asistencial que suponen las farmacias comunitarias.

De partida, la guía centra sus contenidos en explicar cómo llevar a cabo un correcto plan de cribado para la detección desde la farmacia de pacientes sin diagnóstico conocido de HTA, en el que se especifica «qué pacientes han de seleccionarse, qué técnicas hay que aplicar para la medición válida de la PA, qué otros factores de RCV hay que valorar, cuáles son los umbrales de normalidad y qué criterios hacen que el paciente deba ser derivado al médico», ha detallado Sabater.

Para aquellos casos en los que el paciente haya sido previamente diagnosticado y ya se encuentre en tratamiento farmacológico antihipertensivo, el plan de seguimiento que recoge este documento propone al farmacéutico el fomento al paciente de la adherencia al tratamiento, la evaluación de la efectividad de la terapia mediante periódicas medidas de la PA, asegurar el control de los niveles promoviendo medidas adicionales (hábitos de vida saludables) o la comunicación inmediata al médico de problemas relacionados con la medicación. Para la mejor interpretación de estas directrices, la guía incluye un práctico algoritmo gráfico con los pasos a dar ante cada situación.

La guía se enmarca bajo el paraguas del proyecto ¡Cuídate, corazón!, un innovador proyecto impulsado por Lacer con el aval científico de estas tres entidades para ayudar al farmacéutico en la detección y seguimiento integral de pacientes con RCV en colaboración con el médico, y en el que ya participan profesionales de toda España. «Lacer impulsa esta guía dentro del programa ¡Cuídate, corazón¡ como una herramienta de colaboración entre farmacéuticos y médicos para que ambos colectivos colaboren en la gestión del paciente con hipertensión y riesgo cardiovascular», ha indicado Emili Iroz, responsable de Proyectos Estratégicos de Lacer.