Para debatir y aclarar posibles dudas, la reunión contó con algunos expertos tales como el médico Ramón Cisterna, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital de Basurto; el farmacéutico Antonio del Barrio, vicepresidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, y el veterinario Rafael Laguens, presidente de la Federación de Veterinarios Europeos. Ellos fueron los encargados de explicar la gravedad de la situación provocada por un exceso de prescripción tanto en humanos como en animales, lo que está originando que algunas bacterias no solo generen resistencias, sino que sean capaces de transmitir códigos a otras bacterias que también se vuelven resistentes.
Desde que se empezaron a utilizar en 1941, los antimicrobianos han supuesto, junto con la higiene, el saneamiento y las vacunas, uno de los pilares fundamentales de la medicina moderna. Pero este bien, que hasta ahora ha sido fundamental para reducir la mortalidad y la morbilidad «cada vez es más escaso y cada vez será más escaso», en opinión de Ramón Cisterna. En Europa, 25.000 personas mueren cada año por infecciones producidas por bacterias multirresistentes y se estima que en todo el mundo el número de personas que fallecerán por este motivo anualmente será de 700.000. Un uso razonable y adecuado en el tiempo de los antimicrobianos será fundamental para intentar controlar lo que la OMS denomina el principal reto sanitario para el siglo XXI.
Formación y concienciación
Lo que pareció quedar claro en la jornada al respecto es que la estrategia pasa por primero plantearse cómo y cuánto se están utilizando los antimicrobianos, qué pauta de prescripción siguen los profesionales de la medicina y cómo los dispensan los farmacéuticos. De acuerdo con los datos que ofreció el farmacéutico Antonio del Barrio, hace 20 años en las farmacias vascas eran habituales la solicitud y la dispensación de antibióticos sin receta. Afortunadamente, en pocos años esta situación se ha transformado radicalmente gracias a las campañas de concienciación puestas en marcha por los propios profesionales, las asociaciones de consumidores y la administración pública, como más tarde apuntó también Iñaki Betolaza, director de Farmacia del Gobierno Vasco, uno de los participantes en la clausura de la jornada.
Receta veterinaria electrónica
En lo que se refiere al ámbito veterinario, durante la jornada se dejó clara la necesidad de implantar un modelo de receta electrónica como la que ya se utiliza en el ámbito humano con el fin de garantizar la trazabilidad de los medicamentos que se dispensan a los animales. Se planteó igualmente la necesidad de reducir el uso de antimicrobianos. El actual modelo de producción de proteína barata, con miles de animales hacinados que son tratados con antibióticos para evitar la proliferación de enfermedades, fue algo que denunció Rafael Laguens, presidente de la Federación de Veterinarios Europeos.
En su intervención, Consuelo Rubio, jefa del Departamento de Medicamentos Veterinarios, y Antonio López, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), insistieron en que las resistencias antimicrobianas son una cuestión que debe tratarse desde la perspectiva de la «salud única», tanto en el ámbito nacional como internacional. Los dos representantes de la AEMPS explicaron que España ocupa los primeros puestos dentro del ranking de países en el uso de antimicrobianos. Para hacer frente a este problema y revertir esta situación, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó en 2014 el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos, que se estructura en seis líneas estratégicas, comunes para la sanidad humana y veterinaria, subdivididas en medidas y acciones concretas en las áreas de vigilancia, control, prevención, investigación, comunicación y formación. Uno de los objetivos principales es lograr la reducción del uso de antimicrobianos tanto por parte de humanos como de animales.
Todos a una
En la clausura de la jornada intervinieron los representantes de la administración pública vasca, Iñaki Betolaza, director de Farmacia, e Ikerne Zuluaga, directora de Agricultura y Ganadería del Gobierno Vasco. Betolaza, aunque reconoció la dificultad de la misión, trasladó el compromiso del departamento de Salud a la hora de seguir trabajando para lograr, a través del fomento de buenas prácticas profesionales, una correcta prescripción y de dispensación de los antimicrobianos. También describió alguna de las medidas que se pretenden poner en marcha dirigidas a la ciudadanía para rebajar el nivel de presión que se ejerce a los profesionales para que prescriban antibióticos.
Zulueta, por su parte, compartió su preocupación por lo que describió como «un problema de gran magnitud» y declaró su intención de llevar a cabo acciones para reconducir una situación ante la que se declaró concienciada. «Debido a la estrecha relación que existe entre la salud humana y la salud animal es preciso llevar a cabo acciones coordinadas si queremos reducir la aparición de fenómenos de resistencias», afirmó la directora de Agricultura y Ganadería, que puntualizó: «Es necesario coordinar las políticas de salud pública, sanidad animal y medio ambiente».