Vanesa Paredes, directora técnica farmacéutica del Área Cosmética de MARNY’S, explica los principales signos de piel atópica y cómo combatirlos en el día a día.
La temperatura, alérgenos, ciertos alimentos o incluso la predisposición genética o las prendas de ropa, pueden afectar a la dermis y volverla más seca o generar síntomas como el picor o la irritación, más aún en los casos de piel atópica. Unos síntomas que generan malestar en niños y adultos y que pueden afectar a la calidad de vida si no se cuenta con recursos adecuados para contrarrestarlos y se sigue una serie de consejos clave en el día a día.
Paso 1: valoración del estado de la piel y cuidado
Frente a estos brotes, el consejo inicial es identificar, si es posible, la fuente desencadenante y evitar los roces y rascar las zonas afectadas, ya que la piel estará sensible y vulnerable. “Algo tan simple como la bajada de las temperaturas propia del invierno pueden aumentar la irritabilidad de la piel seca y atópica. Es muy importante prestar atención a los cambios en la dermis y a posibles factores que afectan a su estabilidad y bienestar, con la finalidad de saber cómo actuar, qué usar y especialmente saber cómo anticiparse a estos eventos”, explica Vanesa Paredes, directora técnica Farmacéutica del Área Cosmética de MARNYS, laboratorio de cosmética certificada bio y natural.
En el caso de los más pequeños de la casa, se estima que entre un 15% y un 25% de los niños tienen piel atópica en su primera infancia1, siendo el principal factor de riesgo son los antecedentes familiares. Esto es debido a que la barrera cutánea de los bebés y niños es más delgada y produce menor cantidad de sebo y sudor, haciéndolos más sensibles a cualquier afectación de la piel. El picor intenso y las lesiones en la piel de las superficies flexoras como las rodillas y los codos son los signos más notorios2.
Paso 2: Hidratación continua y productos naturales para el picor y la irritación
Una vez conscientes de los posibles desencadenantes, desde MARNYS recomiendan seguir diferentes recomendaciones para mantener el cuidado de la piel, reparar la barrera cutánea y aliviar la sintomatología en niños y adultos:
- Mantén la hidratación. Utiliza emolientes sin perfume, una o dos veces al día, después del baño para ayudar a disminuir la pérdida de agua cutánea y reponer la humedad de la piel. Prioriza el uso de ingredientes con las ceramidas, la mezcla de lípidos, urea, ácido láctico, alfa hidroxiácidos, ácidos omega 6 (espino amarillo y karité). Es preferible que sean emulsiones con aceite y un bajo contenido en agua dado que son más efectivas como emolientes.
- Elige productos que alivien el picor. Los productos de cosmética natural con ingredientes orgánicos ayudan a calmar la sensación de picor e irritación. Además, suelen ser coadyuvantes a tratamientos para pieles atópicas, es decir, son compatibles con las actuaciones realizadas por los dermatólogos. Aceites como BioAtopic Repair son ideales para la reparación intensiva de la piel, ya que en un estudio realizado por Marnys se demostró el alivio en más de un 70% de los síntomas clínicos de la atopía, como picor, sequedad o escoriación. Este de eficacia clínica valoro estos resultados a través de la escala SCORAD (Severity Scoring Atopic Dermatitis), el índice más utilizado a nivel clínico para conocer el grado, intensidad y severidad de la piel atópica. Es apto toda la familia, incluyendo los bebés de más de 3 meses.
En zonas más específicas como la nariz y los labios, Vanesa Paredes, recomienda BioAtopic Nariz y Labios, un bálsamo reparador con ingredientes naturales que hidrata, protege y calma. Sus ingredientes como el karité, la sangre de dragón y el argán mejoran la integridad de la barrera cutánea, protegiendo los labios y la piel de la nariz.
- Evita materiales sintéticos. A la hora de vestir, se debe optar por prendas ligeras de algodón o lino y eliminar las etiquetas que puedan rozar e irritar la piel. De igual forma, es aconsejable lavar la ropa con detergentes suaves y poco agresivos con la piel, sobre todo en el caso de bebés y recién nacidos.
- Toma baños con agua tibia. Los baños deben ser cortos y no superiores a 10 minutos. El agua tibia aporta hidratación, por lo que se debe evitar temperaturas muy calientes que lastimen la piel. Adicionalmente, puedes usar limpiadores corporales que no contengan colorantes ni perfumes, evitar exfoliantes abrasivos y secar la piel con una toalla con tejido hipoalergénico.