Venegas considera que su colectivo no debe entrar en quién está autorizado para recetar y añade que hay «cuestiones exclusivas de la profesión médica; y otra horquilla de otros elementos que no son una prescripción personal o que son productos sanitarios y que sí puede hacer el enfermero». Venegas entiende que nos encontramos en una interfase en la que cambian las competencias de las profesiones sanitarias, y esta variación normativa es un reflejo de ello.
Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Badajoz, Pedro Hidalgo, tiene reservas a las variaciones en ese decreto. Hidalgo acepta que es necesario para esos profesionales por su trabajo, pero destaca que «el diagnóstico corresponde al médico y los medicamentos bajo prescripción médica corresponden al médico».
Los cambios han llegado por un acuerdo entre los colegios profesionales y el Ministerio de Sanidad y confían en la redacción de protocolos y guías que señalen claramente qué medicinas y específicos pueden dispensar los enfermeros. Un punto que no convence al presidente del Colegio de Enfermeros de Badajoz, Carlos Tardío, quien opina que «cada unidad de trabajo debería diseñar su propio protocolo y no asumir sin más uno que llegue de Madrid».
Ser prácticos
Mientras, el sindicato de enfermería, SATSE Extremadura, valora muy bien los cambios en ese Real Decreto. Su responsable, Damián Cumbres, incide en que hay que ser prácticos, y pone como ejemplo la actual campaña de vacunación de la gripe. Y razona, «a día de hoy con el Real Decreto aún vigente, para poner cualquier vacuna o inyección a un niño o a una persona mayor, se necesita una orden firmada y autorizada por un pediatra o médico de familia. Con estos cambios legislativos ya no hará falta».