En la nota se recuerda que actualmente «el Ministerio de Sanidad establece revisiones mensuales de los precios de medicamentos, en las que el laboratorio (generalmente no europeo) que ofrezca un precio más bajo, determina el importe para el resto de fabricantes o comercializadores, independientemente de su origen o su calidad», lo que «ha originado que muchos fármacos tengan precios que comprometen la rentabilidad y consecuentemente su suministro».
Desde el COFO se afirma que «los laboratorios de medicamentos genéricos consiguen abaratar los precios, pero no invierten en desarrollo de nuevas soluciones terapéuticas» y consideran que «la industria tradicional innovadora, que había sido la responsable de esta importante labor, ha perdido la capacidad financiera para investigar y desarrollar nuevos fármacos».
A este respecto, lamentan que se haya llegado a la preocupante situación «de soportar casi dos décadas sin innovaciones terapéuticas importantes en varios grupos farmacológicos, como por ejemplo, antibióticos (hace 20 años que no se innova en este ámbito), los fármacos para el alzheimer (desde hace 18 años no se producen nuevos medicamentos en este campo) o los ansiolíticos (no se innova en esta tipología de fármaco desde hace tres décadas)».
El COFO finaliza su comunicado emplazando a las administraciones sanitarias «a buscar la forma de racionalizar la fijación de precios de los medicamentos, para evitar que estos problemas de hoy se agraven en el futuro».