Su vicepresidente, Julián Creis, reconoce el disgusto que esta nueva medida produce al Consejo Regional, que valora de «forma negativa porque va a crear muchas confusiones en los pacientes y usuarios, pues se desactivan analgésicos muy comunes y luego hay otros usados por personas mayores, a las que se les va a cambiar su tratamiento, creándoles posibles confusiones, con probables repercusiones sobre su salud, especialmente en personas polimedicadas, a la vez que se nos va a recargar a los farmacéuticos con la resolución de dudas y consultas en las que, con profesionalidad, intentaremos minimizar los posibles efectos negativos en los pacientes».
Para Julián Creis «es una medida más contra una farmacia como la de Castilla-La Mancha, tan atomizada y con una ratio de población por oficina de farmacia de las más bajas del país, medida que se suma a los recortes del 2010 y que afectará sin duda a la farmacias rurales, suponiendo otro riesgo más para su supervivencia». Además, Creis cree que esta medida también limitará la capacidad de prescripción del colectivo médico.
Poco antes del 28 de marzo el COFCAM fue informado de que esta medida se tomaría ese día y desde entonces este consejo Autonómico hizo gestiones para que se retrasaran los plazos al menos un mes con el fin de que no hubiera un problema de stockaje y sobreestockaje en las farmacias, porque «aparte del perjuicio económico que supone esta nueva medida para la farmacia castellano-manchega en sí, también habría que sumar este problema».
Julián Creis cree que «para resolver la financiación de los medicamentos se debería contar con los pacientes y los profesionales sanitarios, entre los que nos encontramos los farmacéuticos, y no solo acometer medidas coyunturales, que lo único que consiguen es diferir en el tiempo el problema de financiación». Estima necesario contemplar otras propuestas, como controlar el gasto sanitario en general en hospitales, centros de salud y centros sociosanitarios, de forma que no se sigan tomando medidas de ahorro que siempre recaen en los ya más que ajustados márgenes de las farmacias.