Entre estos servicios se incluyen la revisión y adecuación de tratamientos, sobre todo en paciente crónico y polimedicado, y la participación en el posicionamiento farmacoterapéutico de los nuevos medicamentos. Con ello, se pretende impulsar la coordinación y colaboración con el resto de profesionales sanitarios en el marco de las estructuras integradas de asistencia sanitaria y en el entorno comunitario.
Entre otras cuestiones, farmacéuticos de toda España analizarán y debatirán sobre temas como las resistencias a los antibióticos, la creciente adicción a opioides por un uso inadecuado en el manejo del dolor, y sobre los beneficios que la incorporación del farmacéutico de atención primaria aporta a los pacientes y al sistema en coordinación con el resto de profesionales sanitarios.
Resistencias a los antibióticos
En lo que respecta a la resistencia a los antibióticos, los farmacéuticos de atención primaria consideran necesario que todos los actores del sistema trabajen de manera conjunta para combatir este problema de salud pública que, según Ángel Mataix, presidente de SEFAP, «podría hacernos volver a una época ‘preantibiótica’ en la que una persona podía morirse por una simple infección en una muela». Los FAP debatirán durante el congreso las diferentes estrategias que pueden impulsar y coordinar para ayudar a los médicos, farmacéuticos comunitarios y enfermeros en la tarea de la racionalización del uso de antibióticos. Como destaca Mataix, «estas estrategias van desde proporcionar sistemas de ayuda y actualización a los médicos sobre los medicamentos más avanzados y adecuados, hasta desarrollar campañas de concienciación de los pacientes».
Precisamente, en lo que respecta a la concienciación ciudadana, los FAP recuerdan la necesidad del cumplimiento íntegro de los tratamientos con antibióticos prescritos por los médicos aunque el paciente note una mejoría, ya que si no se concluye «el microorganismo al que estábamos combatiendo seguirá activo y con capacidad de adaptarse y mutar». Según Mataix, «si no acabamos el tratamiento, no sólo nos hacemos daño a nosotros mismos, sino que estamos contribuyendo a que se generen más resistencias».
Farmacéuticos de AP en la región de Murcia
Los servicios y unidades de farmacia de atención primaria están plenamente implantados en el Sistema Nacional de Salud desde hace más de 25 años y en la mayoría de las comunidades autónomas los farmacéuticos de atención primaria realizan una labor clínico-asistencial de seguimiento y revisión de los tratamientos. En el caso de la Región de Murcia, los cambios promovidos tras la implantación de las estructuras sanitarias integradas han hecho desaparecer de facto la figura del farmacéutico de atención primaria, dejando de hacer estas funciones que se consideran esenciales.
Como destaca José Manuel Paredero, presidente del Comité Científico del Congreso, «gracias a la labor clínico-asistencial de los FAP se han optimizado muchos de los tratamientos que seguían los pacientes y que tenían duplicidades en la medicación o incluían fármacos inadecuados o incompatibles entre ellos». Para Mª Ángeles Ariza, presidenta del Comité Organizador del Congreso, «los principales beneficiarios han sido los pacientes, que están mejor atendidos en los diferentes niveles asistenciales, pero también ha salido beneficiado el propio sistema, que de este modo evita duplicidades y reduce sustancialmente el riesgo de errores en el consumo de medicamentos».
En la Región de Murcia, sin embargo, no existen servicios y unidades de farmacia en atención primaria, a pesar de que así se contempla en la normativa estatal y autonómica de ordenación farmacéutica. Por ello, la SEFAP considera que Murcia debería aplicar un modelo similar al de la mayoría de comunidades autónomas para optimizar el uso de medicamentos, no tanto por el beneficio económico que ello supone, como por la seguridad del paciente. En este sentido, dicha comunidad acaba de presentar su Plan de Acción para el impulso y mejora de la Atención Primaria en la Región de Murcia (2017-2020), donde se recoge la creación de un Servicio de Farmacia de Atención Primaria. No obstante, la SEFAP considera necesario que se concrete dicho plan, indicando si se crearía la figura del FAP, ahora mismo inexistente, y qué plantilla pasaría a trabajar directamente con los profesionales sanitarios en los EAP (centros de asistencia primaria) y en sus áreas de salud, con el fin de crear un modelo de farmacia de atención primaria de calidad, que no debería de posponerse más.