Para realizar este seguimiento, la Agencia Española del Medicamento ha elaborado un Plan de Vigilancia de Seguridad de las vacunas frente a la COVID-19 en el que también participan los farmacéuticos. Como ha señalado Mercedes Arias, vocal de Atención Farmacéutica del COFZ, «es esencial que los farmacéuticos dispongan de toda la información actualizada sobre vacunas, especialmente, en una cuestión de tanta actualidad como las vacunas frente a la COVID-19 y que genera muchas consultas a las oficinas de farmacia».
Asimismo, «hasta ahora no se ha identificado ninguna reacción adversa desconocida que pueda ser motivo de preocupación. Las reacciones que más se notifican siguen siendo los trastornos generales (fiebre, fatiga, escalofríos, cefalea, dolor muscular y articular, náuseas, dolor, hinchazón y enrojecimiento en el punto de inyección), mientras que las reacciones de intensidad leve o moderada se resuelven en un plazo de pocos días tras la vacunación».
En este sentido, Arias ha recordado que «si el paciente siente dolor en el lugar de inyección, la aplicación de frío local puede ayudar y si sube la fiebre, es importante beber abundante líquido y no abrigarse demasiado para favorecer la pérdida de calor, así como tomar un analgésico antitérmico». Por último, ha añadido que se debe «seguir haciendo uso de las medidas de prevención (mascarilla, distancia social y lavado frecuente de manos), aunque estemos vacunados».