El presidente del colegio, Julián Creis, acompañado de Sagrario Pérez de Ágreda y de Augusto Ortega, del Centro de Información del Medicamento, en rueda de prensa, pusieron sobre la mesa los datos de una enfermedad caracterizada por la dificultad en el retorno de la sangre desde las extremidades inferiores hacia el corazón, y que provoca que ésta se estanque en las venas, haciendo que sus paredes se dilaten y pierdan su forma, apareciendo varices.
Creis comenzó hablando de una dolencia crónica, de curso evolutivo lento y que se manifiesta con edema, picor, pesadez, cansancio y dolor en las piernas, aunque los hombres también suelen detectarla con picor, unos síntomas que pueden a llegar a ser invalidantes, en algunos casos.
«Los datos de los que disponemos hablan de que un 50% de la población adulta mayor de 50 años tiene alguna alteración venosa, si bien se calcula que un 30% será el que desarrolle la enfermedad a lo largo de su vida». En este sentido, desde los primeros síntomas, Creis recomienda a los pacientes consultar, «porque es una enfermedad más fácil de tratar en sus primeras etapas».
Por su parte, Sagrario Pérez de Ágreda enumeró los factores de riesgo, algunos inevitables, como la edad, la predisposición familiar o el estado hormonal, aunque hay otros contra los que se puede luchar, como explica la campaña, introduciendo cambios en algunos hábitos vitales.
Augusto Ortega detalló los tratamientos para esta dolencia, el primero de ellos, las medias de compresión, el tratamiento clásico más utilizado de las varices no complicadas y que ha demostrado ser uno de los más eficaces y cuyo objetivo es reactivar el flujo sanguíneo, movilizando la sangre desde el lugar de su estancamiento. También explicó los tratamientos farmacológicos que permiten retrasar la progresión de la enfermedad y reducir la aparición de nuevos síntomas y que buscan tonificar las paredes de los vasos sanguíneos, así como evitar la formación de edema y favorecer la circulación sanguínea hacia el corazón.
El farmacéutico puede aconsejar, como explicó Ortega asimismo, el uso de medicamentos a base de plantas medicinales como el castaño de indias, la vid roja, el risco o el ginko, además de complementos homeopáticos que también pueden serle recomendados por el farmacéutico.