El cierre se prolongará entre las 9:00 y las 22:00 horas, si bien un total de 371 farmacias –el 12% del total– permanecerán abiertas para dar cumplimiento a los servicios mínimos y garantizar el acceso de la población a sus tratamientos.
El presidente del Consell de Col·legis, Jordi de Dalmases, indicó que estos servicios mínimos son incluso superiores a los decretados por la Conselleria de Salut de la Generalitat, como muestra de su compromiso con la atención de los usuarios.
Jordi de Dalmases aseguró que los farmacéuticos se sienten utilizados como «moneda de cambio» en el conflicto político abierto entre Generalitat y Gobierno central a cuenta del modelo territorial, y dio por hecho que tampoco cobrarán el próximo 5 de noviembre, a pesar de las promesas de pago del Gobierno catalán, ya que los pagos futuros dependen del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
De Dalmases lamentó la convocatoria del cierre y recordó que nunca se ha celebrado un paro similar, ya que el último fue solamente parcial y data del año 2000.
El Gobierno catalán paga a día de hoy con más de 85 días de retraso de media desde que las farmacias dispensan un fármaco, después de que el año pasado ya demorara los pagos en 30 días, una incidencia que se ha visto agravada porque no se pagó la factura que debía abonarse el 5 de octubre, pese a percibir 1.039 millones del FLA.