Si los habitantes de la región se ajustaran a la media nacional, la Consejería de Salud se ahorraría unos 60 millones de euros al año. Ceciliano Franco considera que hay que tener en cuenta el alto número de polimedicados que hay en la Comunidad, gente de edad en su mayoría con dolencias cronificadas. Tampoco hay que olvidar el acceso a las novedades terapéuticas y las interacciones.
El responsable del SES mostró su preocupación, ya que «casi el 40 % de las prescripciones de atención primaria vienen inducidas por la especializada, algo a lo que debe ponerse freno». Como solución para reducir el gasto farmacéutico se aspira a fomentar el uso de biosimilares, crear una comisión central del uso racional del medicamento y un pacto con los colegios médicos sobre planes de formación. Además, se introducirán criterios de calidad a la hora de recetar y abordar la farmacia hospitalaria, que también eleva el gasto. Un sistema informático servirá para optimizar las prescripciones. Con todo, Ceciliano Franco también ha explicado que, después de muchos esfuerzos, se ha conseguido que Extremadura esté por debajo de la media estatal en cuanto al gasto por receta.
Más dinero para pagar la farmacia
El Servicio Extremeño de Salud contempla en sus presupuestos para este año 2017 una partida de 335,3 millones de euros que han de servir para afrontar la factura farmacéutica. Supone un 2,28% más que en el pasado ejercicio. Es un incremento que no llega a los 8 millones de euros, pero ratifica la tendencia al alza en este desembolso en la región que ya se viene observando desde el año 2014.