Ayer por la mañana, José Manuel Vela, conseller de Hacienda y Administración Pública, y Luis Rosado, conseller de Sanidad, se reunieron con los presidentes de los tres colegios de farmacéuticos de la Comunidad Valenciana para proponerles retrasar dos semanas el pago de los 60 millones que se comprometieron a pagar antes del día 10. Esa cantidad corresponde a la mitad de las recetas que las farmacias dispensaron en mayo. Sin embargo, las asambleas generales de Valencia, Alicante y Castellón ya habían aprobado medidas de protesta para el caso de que se produjese el impago de alguno de los compromisos, cosa que ha ocurrido ya. De manera que en la asamblea de hoy sólo queda por aprobarse el tipo de medidas y su calendario.
Para María Teresa Guardiola, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, «la situación de las farmacias ya era muy precaria y sus existencias se han ido reduciendo día a día con los retrasos en los pagos. Con este nuevo incumplimiento, se ha generado una desconfianza tal en el colectivo de oficinas de farmacia que nos impide aceptar nuevas propuestas y más dilaciones en el cobro».
Según fuentes del Colegio de Valencia, «la repercusión de este incumplimiento en la actividad de las oficinas de farmacia es imprevisible, puesto que al haber agotado ya todos sus recursos económicos para hacer frente a los proveedores, no se descarta que se produzca una reducción importante en las existencias de medicamentos de algunas de ellas». A ello añaden que «es imposible asegurar que no existan desabastecimientos puntuales en las dificilísimas circunstancias económicas en las que se encuentran las oficinas de farmacia».