Los colegios de farmacéuticos, odontólogos y médicos de Madrid consideran que las profesiones sanitarias no pueden ser «confundidas mediante una intensa presión desde los medios». Siguiendo sus palabras, todo ello conlleva «graves acciones, tanto a nivel personal como institucional», además de «la pendiente deslizante hacia la eliminación y/o corrupción del derecho a la vida». Asimismo, estas entidades madrileñas afirman que la demanda de eutanasia es «mínima o nula» cuando el paciente es atendido por un equipo de profesionales expertos, y que la única alternativa que propone esta ley a pacientes con enfermedades avanzadas es «matarlos», en vez de «potenciar unos cuidados paliativos infra-desarrollados».
Teniendo en cuenta la actual situación de pandemia, estos colegios opinan que es particularmente grave, inoportuno e injustificable «el engaño que nace con el proyecto de ley de eutanasia de considerar la muerte provocada por eutanasia como muerte natural». Así es como lo manifiestan: «Es incomprensible que, en ausencia de demanda social, la ley se tramita de forma acelerada por decreto, sin diálogo alguno con las profesiones sanitarias y contra el criterio del Comité de Bioética, máximo órgano asesor del gobierno en este tema».
Por ello, demandan una Ley General de Cuidados Paliativos, un previo diálogo con las profesiones sanitarias y la retirada de dicho proyecto. Y en el caso de que no se produzca esta última petición, se reservan el derecho de solicitar a la Comunidad de Madrid la no aplicación de una ley que aseguran que va en «contra de la ética y la deontología».