Las vacunas, se explica en el manifiesto, son uno de los avances sanitarios más importante de la historia y se estima que salvan cada año más de 2,5 millones de vidas en el mundo, ahorrando además al sistema sanitario una media de 40 euros por cada euro invertido. Además, son el único medicamento solidario que existe, ya que cuando se consiguen determinadas coberturas vacunales, no sólo se protege a la persona vacunada, sino también a la que no lo está por un fenómeno conocido como inmunidad de grupo.
«De ahí la importancia de que desde la farmacia andaluza queramos poner en valor a las vacunas frente a las corrientes de opinión que quieren derribar todo lo trabajado y logrado en el campo de la vacunación», explica Antonio Mingorance, quien añade que «todos los esfuerzos son pocos para aumentar coberturas y promocionar la vacunación como una medida segura, costo-efectiva y eficaz de prevención de muchas enfermedades de nuestra sociedad».
En el manifiesto, los farmacéuticos andaluces defienden la vacunación como una de las intervenciones sanitarias que más influencia tienen en la salud de la población, y que es una herramienta de prevención para patologías que pueden llegar a ser muy graves, eficaz y con amplísimos estudios que certifican su seguridad. Asimismo, subraya que los farmacéuticos deben informar a la población acerca de las vacunas existentes, independientemente de su financiación pública, para evitar así el paternalismo, fomentando el empoderamiento del paciente; y que dicha información debe estar basada en la evidencia científica, en su ficha técnica, la epidemiología y las recomendaciones de los organismos oficiales y sociedades científicas.
También señalan que todos los profesionales sanitarios deben alinearse con los mensajes de la salud pública en cuanto a las vacunas, reforzando las recomendaciones de las autoridades sanitarias para proporcionar el mejor servicio al paciente, basado en la confianza en el sistema sanitario. Para conocer y difundir esos mensajes a la opinión pública, los farmacéuticos andaluces abogan por una formación multidisciplinar, donde farmacia, medicina y enfermería compartan foros de formación comunes para el debate y el intercambio de experiencias en este campo.
Igualmente, se debe fomentar la formación en vacunas desde los niveles educativos infantiles hasta las actualizaciones científicas sanitarias en los distintos ámbitos, ya que una inversión en educación temprana en prevención redundará en adultos más sanos y en un ahorro al sistema sanitario en una sociedad que cuenta con una población cada vez más envejecida.
Por último, el manifiesto destaca que las vacunas junto a otros ámbitos de la prevención como la higiene, la nutrición, el deporte, la deshabituación tabáquica, el uso racional del medicamento y otros hábitos de la vida saludable, están entre los planes estratégicos primordiales de trabajo de acompañamiento de la farmacia a la población.