A lo largo de esta década Lilly ha destinado 352 millones de euros, entre las fases clínica y preclínica. En concreto, tras su inauguración en el año 2002 se han invertido cerca de 30 millones de euros en la constante renovación de su tecnología y equipamiento.
Contribución a la innovación
Durante su intervención la ministra ha querido destacar la contribución de Lilly a la innovación en España gracias a su apuesta por la I+D, así como el esfuerzo que la compañía hace por retener el talento y cuidar a sus empleados y que le ha hecho estar durante diez años consecutivos entre las mejores empresas para trabajar en España. «Uno de los mayores retos es combinar las políticas de innovación con el acceso a los medicamentos y el mantenimiento de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Para hacer frente a ello la colaboración público-privada es esencial, y la plataforma abierta de Lilly (Open Innovation Drug Discovery) es un ejemplo de que es posible», ha dicho. Además, la ministra ha animado a David Ricks a que Lilly refuerce sus inversiones en España, donde la compañía cubre todo el proceso de creación del medicamento y para avanzar juntos, ayudando no sólo a cumplir los objetivos del Gobierno en salud, sino también al crecimiento económico y a la generación de empleo.
Por su parte, David Ricks ha agradecido en sus palabras la presencia de la ministra en un acto en el que ha recordado la apuesta de Lilly por la I+D como vía para descubrir nuevos fármacos y ha destacado la confianza que la compañía tiene en la afiliada española, que acoge el centro más importante de la compañía fuera de Estados Unidos y una de las pocas que en nuestro país cubre todo el proceso de desarrollo de un fármaco, desde que se sintetiza en el laboratorio hasta que llega a la oficina de farmacia.
En su discurso, el vicepresidente ejecutivo de la compañía también ha destacado la alta calidad de la ciencia que se lleva a cabo en España. Ricks ha defendido la colaboración público-privada como camino para conseguir los mejores resultados en la búsqueda de nuevos fármacos y en el acceso por parte de población a estas soluciones terapéuticas.
El centro de Química Médica, por su equipamiento y tecnologías, es el centro privado de estas características más importante de España. En él trabajan un centenar de científicos además de personal de soporte que lleva a cabo actividades de química médica y dentro de su laboratorio de biología, ensayos bioquímicos y celulares. A lo largo de estos diez años el grupo, integrado en el network de centros con los que la compañía cuenta en otros países, ha participado en el descubrimiento de fármacos para tratar enfermedades como la depresión, la diabetes, la esquizofrenia y el cáncer, medicamentos que se encuentran en desarrollo clínico.