Esta semana se han presentado los resultados del proyecto piloto desarrollado de julio a noviembre, que han demostrado ampliamente la utilidad de este servicio profesional, y como tal se ha conseguido su remuneración. Se ha confirmado que la Diputación Provincial siga apostando por el proyecto en 2019, contando con una partida en sus presupuestos, aunque la concejala de Servicios Sociales, Pilar Delgado, destacó la importancia de que las Administraciones sanitarias entren en este tipo de iniciativas
El presidente del colegio soriano, Javier Alonso, explica que «en el proyecto han participado el 43% de las farmacias rurales y 80 pacientes. En cuanto a los pacientes, la media destaca una edad de 82 años y más de 8 medicamentos prescritos. El 80% vivían solos o con una persona mayor de 70 años en pueblos de menos de 500 habitantes, y el 34% tenían reconocido un grado de dependencia o discapacidad».
Por su parte, Javier Alonso se ha referido a la importancia de este proyecto «en su doble vertiente sanitaria y social». «La sanitaria –ha dicho–, porque estaba comprobado que un alto porcentaje de pacientes no cumplían bien con sus tratamientos y de esta manera se ha permitido mejorar su adherencia; y la social, porque muchas veces el paciente de la zona rural no está acompañado de una forma adecuada para seguir su tratamiento y eso ocasiona que la familia se lo acabe llevando o institucionalizándolo, abandonando su pueblo y agravando la despoblación de la zona».
En cuanto a los resultados obtenidos, Alonso ha señalado «un descenso del 80% de los ingresos hospitalarios con respecto a los cinco meses precedentes al proyecto; se ha duplicado el número de pacientes con un conocimiento óptimo de su tratamiento y se ha triplicado el grado de adherencia de los mismos».