Los test de autodiagnóstico de anticuerpos, que han comenzado a distribuirse a las farmacias de manera todavía limitada, permiten a los ciudadanos obtener unos resultados rápidos realizando ellos mismos una punción en el dedo. Se trata de pruebas que necesitan de prescripción médica –lo que posibilita su trazabilidad– y son de dispensación exclusiva en farmacias.
Con el fin de contribuir al cribado de la COVID-19, los farmacéuticos se han dotado de la información y herramientas necesarias para ofrecer las mayores garantías en la dispensación e información al paciente de estos test, como viene haciendo con pruebas rápidas similares incluida la del VIH.
Entre la información que se trasladará al ciudadano en la dispensación se recuerda que se trata de una enfermedad de declaración obligatoria y, por tanto, es muy importante que los ciudadanos comuniquen al profesional sanitario prescriptor de la prueba su resultado para su adecuado seguimiento.