El nuevo sistema de dispensación electrónica de la Comunidad de Madrid obliga a los farmacéuticos a pasar la tarjeta sanitaria del ciudadano por el lector de banda para acceder a la aplicación informática SISCATA de la Consejería de Sanidad, con el fin de validar la aportación que debe realizar el paciente asegurado por el Servicio Madrileño de Salud, así como la cantidad que le queda para llegar al límite máximo de aportación mensual.
Gracias al sistema desarrollado por la Consejería, se suprime el actual documento de dispensación (papel) que servía para calcular las aportaciones de forma manual y se evita que los ciudadanos adelanten dinero de más por sus recetas.
El nuevo sistema de dispensación, que se aplicará desde el 1 de marzo, conectará a las farmacias con la Consejería de Sanidad a través de la red de comunicaciones VPN-IP y de los servidores del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), y permitirá facturar, en su día, de forma electrónica las dispensaciones que el Colegio consolidará posteriormente con la receta papel.
Acceso seguro y fiable
La red privada VPN-IP ofrece a los farmacéuticos un acceso seguro y fiable a la aplicación SISCATA y garantiza a los ciudadanos la máxima protección y confidencialidad de sus datos en el proceso de implantación de la receta electrónica en la Comunidad de Madrid, tal como obliga el Real Decreto-ley 9/2011.
En el caso de que el usuario no disponga de tarjeta o bien no funcione su banda, el paciente deberá solicitarla en su centro de salud.
Si la tarjeta del ciudadano no funciona, las farmacias podrán dispensar cobrando, como en el resto de las comunidades autónomas, la totalidad de la aportación al paciente y sin control del límite máximo mensual de aportación para el pensionista.
En estos supuestos, el ciudadano recibirá, de forma automática, el reembolso por parte de la Comunidad de Madrid.
El nuevo sistema informático de dispensación y facturación reduce costes y elimina la burocracia que supone el actual proceso al calcular los topes mensuales y fraccionar, cuando corresponda, las aportaciones de los pensionistas hasta el límite legal de 8,14, 18,32 o 61,08 euros. La farmacia tampoco deberá estampar el sello de «Tope de aportación» en las recetas e informará a los usuarios de la aportación que tienen que realizar para cada receta que se introduce en el sistema y de la cantidad restante que le queda para alcanzar el tope.
El sistema no es de aplicación para las recetas de Muface, Isfas, Mugeju, seguro libre y de otras comunidades autónomas, cuyo procedimiento, tanto de dispensación como de facturación, se mantiene como en la actualidad.