En este sentido, la patronal de la distribución farmacéutica ha destacado las dificultades que las empresas están teniendo para poder abastecerse a través de los proveedores habituales de estos productos, fundamentalmente mascarillas, más si cabe cuando hasta el pasado 3 de abril toda la importación de este material estaba destinado a personal sanitario, lo que imposibilitaba el abastecimiento de los almacenes mayoristas y, por tanto, de las oficinas de farmacia.
A pesar de la dificultad del momento, de los obstáculos burocráticos y de seguridad existentes para acceder a la compra de este material, así como de la inusual demanda por parte de la población, las empresas de distribución farmacéutica que conforman FEDIFAR están gestionando desde hace semanas la compra de mascarillas para ponerlas a disposición de las oficinas de farmacia a la mayor brevedad posible. «Todos los mayoristas trabajan intensamente para tratar conseguir en el mercado, marcado en estos momentos por la especulación y la falta de garantías sanitarias, el mayor número de mascarillas para distribuirlas a las oficinas de farmacia y que, desde estos establecimientos sanitarios, se puedan poner a disposición de la población», destaca el presidente de FEDIFAR, Eladio González Miñor.
Sobre este particular, el presidente de la federación ha dejado claro que la vocación de todas las empresas de distribución farmacéutica siempre ha sido y es priorizar el suministro de estos productos a las oficinas de farmacia. «Desde el inicio de la crisis originada por el COVID-19 la distribución farmacéutica ha intentado abastecer de mascarillas a las farmacias, aunque la gran demanda, la falta de suministro por parte de los fabricantes y la ausencia de garantías en los canales de distribución han impedido realizar con la normalidad deseada este cometido», precisa.
Situación de incertidumbre
Junto a las dificultades de acceso a la compra de mascarillas en el mercado, las empresas de distribución farmacéutica se mueven en un entorno de incertidumbre. «No tenemos información sobre si existirá una regulación de precios, algo importante para saber a qué precio se pueden adquirir las mascarillas en el mercado; tampoco sabemos los canales de distribución que fijarán para su venta o reparto gratuito, o si las autoridades sanitarias volverán a intervenir partidas adquiridas por los mayoristas... Nos movemos en un marco de mucha incertidumbre y de falta de información, que dificulta enormemente la gestión de esta situación por parte de nuestras empresas», indica el presidente de la patronal.
Por otro lado, en relación con el incremento en el precio de este material, desde FEDIFAR se insiste en que dada la gran demanda mundial de mascarillas los fabricantes e intermediarios internacionales han aumentado su precio en el mercado. A este respecto, se insiste en señalar que el incremento en el precio de venta a las farmacias no puede ser atribuible a la aplicación de un margen desproporcionado por parte del mayorista. «En ningún caso las empresas que conforman FEDIFAR están incrementando inusualmente el margen que aplican a estos productos; es más, en muchas ocasiones aplican márgenes insuficientes para cubrir los costes de las operaciones», concluye González Miñor.