La primera ampolla de proteoglicanos y vitamina C se formuló en 1989 como fórmula magistral, gracias al carácter curioso e innovador del farmaceútico, que colaboró con los dermatólogos de la época para desarrollar las mejores fórmulas para las distintas necesidades de los pacientes. Aquella fórmula, que cumple ahora 30 años, ha visto crecer su demanda y ventas exponencialmente en todo el mundo, siendo una de las fórmulas y formato más copiado, pero nunca igualado.
Realizadas al igual que todos sus productos desde sus inicios en su própio laboratorio, desde 2008 la firma trabaja en el Parc empresarial de Cervelló (Barcelona) en sus instalaciones que actualmente cuentan con 10.000 m2 distribuidos en cuatro plantas de diseño moderno y con las últimas tecnologías y sistemas, y a los que en 2020 una ampliación sumará 3.000 m2 más destinados a los departamentos de investigación y logística.
Algo que permite a MartiDerm aplicar sus conocimientos de manera precisa y controlar todo el proceso de creación y puesta a la venta de sus productos, desde la investigación y desarrollo hasta el embalaje y distribución a los puntos de venta de todo el mundo.
El saber hacer del laboratorio MartiDerm le ha permitido desarrollar las 9 ampollas que hoy se cuentan en su catálogo, que dan respuestas adaptadas a las necesidades particulares y problemáticas de los distintos tipos de piel. Siguen revalidando y superando sus ventas y liderazgo en las farmacias españolas en su catogoría, un éxito que traspasa fronteras conquistando los mercados de China y Corea a través de la venta online y otros 30 países donde también está presente actualmente.