La propuesta inicial del Gobierno de eliminar por completo la aportación de los pensionistas ha quedado reducida, tras las conversaciones mantenidas con Podemos, a eliminarla solamente a aquellos pensionistas que tengan una renta anual inferior a 18.000 euros, que, según datos de la Tesorería General de la Seguridad Social, son aproximadamente cuatro millones.
La aportación máxima anual de estos pensionistas es de 8,23 (mensual) x 12 meses de 98,76 euros, por lo que, si dejaran de pagarla, las comunidades autónomas incurrirían en un mayor gasto de unos 395 millones de euros. Según la FEFE estos datos confirman sus previsiones, que se basaban exclusivamente en calcular la vuelta a la situación anterior al RDL 16/2012. Todas las aportaciones pagadas por activos y pensionistas ascienden ahora a 1.100 millones de euros.
FEFE considera que es indudable que la eliminación del copago a los pensionistas con ingresos inferiores a 18.000 euros acarreará un mayor consumo de recetas, por lo que el coste será mayor. Y opina que las farmacias se benefician del aumento del mercado, «pero no de la eliminación del copago, ya que este aumento de gasto no supone mayores ventas, pero sí mayores descuentos».