La SEFAR valora de forma positiva que en el contexto actual la Consejería de Salud andaluza haya buscado «el mayor grado de eficiencia posible, apostando por un mecanismo innovador que le permita mantener un sistema asistencial de estructura capilar del que todos presumimos y de forma que no cueste un euro más al bolsillo del contribuyente al revertir parte del ahorro generado en su sostenimiento».
Se valora, asimismo, que la medida andaluza complementa a la medida nacional (RDL 09/2011) y «da ejemplo al asumir sus compromisos como titular de las competencias sanitarias».
En relación con el fondo de compensación que generará el ahorro estimado por la aplicación de esta medida, desde SEFAR se entiende este mecanismo «no sólo como una solución a la situación de precariedad laboral y profesional a la que los farmacéuticos rurales estábamos abocados, sino como una oportunidad para crecer profesionalmente a la par que garantiza unos ingresos dignos y acordes a nuestra capacitación».
Cartera de servicios retribuida
En su comunicado la SEFAR anuncia que va a solicitar de forma inmediata a la Dirección Gerencia del SAS y a la propia Consejería de Salud la creación de un grupo de trabajo «en el que podamos comenzar a diseñar el tránsito de lo que muchos han catalogado como una mera subvención, hacia una cartera de servicios retribuida que responda a las demandas de la sociedad».
A este respecto la SEFAR quiere hacer partícipes a los pacientes en el rediseño de la actividad que las oficinas de farmacia beneficiarias por este fondo de compensación van a desarrollar, por lo que va a iniciar contactos con asociaciones de pacientes y consumidores. Comunica, asimismo, que «estudiará vías de contacto a título individual con el fin de poder acceder al mayor número posible de opiniones que nos permitan conformar una cartera de servicios útiles y lo más acorde posible a sus exigencias».
Cambios estructurales
La SEFAR considera que «la profesión farmacéutica necesita cambios estructurales que le permitan trabajar en la construcción de su futuro» y el primero de los cambios que propone es «la revisión de su sistema retributivo de forma que desligue nuestra labor profesional del margen comercial del que ahora depende, vinculando nuestros ingresos, cada vez en mayor medida, al servicio prestado mediante la conformación de una cartera de servicios retribuida donde se encuentren incluidas, como no puede ser de otra forma, las guardias farmacéuticas».