Afirma la SEFAR en su comunicado que «la cooperación, comunicación y respeto mutuo entre los miles de farmacéuticos comunitarios y la profesión enfermera ha sido y es excelente en la mayoría de los casos; más aún en el mundo rural por una simple cuestión de cercanía» y que por ello no entienden la campaña del sindicato SATSE. Añade a ello que «definir al farmacéutico comunitario únicamente desde el punto de vista mercantilista es profundamente injusto y ofensivo teniendo en cuenta que miles de farmacias rurales de este país soportan cargas de guardias absolutamente desproporcionadas sin ningún tipo de compensación económica por ello siendo así el único profesional sanitario que no cobra por su trabajo».
Aprovecha el comunicado para recordar que «el farmacéutico es el técnico especialista en el medicamento y con una formación más completa en este campo», por lo que apoya al Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid «en su empeño por defender la atención farmacéutica domiciliaria en la nueva de Ley de Ordenación Farmacéutica de Madrid, ya que no hace más que plasmar aquello para lo que el farmacéutico está plenamente formado y capacitado». A este respecto opina que «casos como el sucedido recientemente en la localidad madrileña de El Boalo nos muestran que el primer perjudicado por esta estéril polémica es, precisamente, el paciente».
La SEFAR expresa en el comunicado su «más absoluto respeto y admiración por todos los profesionales sanitarios de este país, tanto del ámbito público como del privado» y termina deseando que «el actual clima de cordialidad no se vea empañado por la irresponsable actitud de determinados representantes laborales».