La mayor parte, 327 millones de euros, estará dedicada al abono de recetas en Atención Primaria, y el resto a las medicinas que se usan en los hospitales. Esa partida que va a recetas ha experimentado un incremento de unos 93 millones de euros, un 40% más que lo presupuestado en 2015, hasta esos 327 millones. El SES ha puesto el acento en esta subida pues de este modo se garantiza el pago a los farmacéuticos de la Comunidad, y no se esperan sorpresas como la del verano pasado, cuando, tras los cambios al frente del ejecutivo extremeño, los nuevos responsables del SES descubrieron que no había consignación alguna para hacer frente a las recetas que se prescribieran durante el último cuatrimestre del año.
Desde septiembre a diciembre se debían sufragar unos 85 millones de euros que la Junta no tenía y hubo de sugerir a los farmacéuticos que solicitaran créditos a los bancos por esa cantidad. Un dinero que después el nuevo ejecutivo regional devolvió recurriendo al Fondo de Facilidad Financiera.
Crece en gasto farmacéutico
Detrás de esta subida en las partidas destinadas a recetas en Atención Primaria y a los medicamentos de los hospitales lo que hay es un crecimiento del gasto de farmacia que se ha movido entre el 2% y el 3% los dos últimos ejercicios. Una situación que preocupa y mucho a la Consejería de Salud.
Desde 2013, el enero pasado fue el primer mes en el que se detectó una tímida bajada en el gasto en recetas prescritas en los ambulatorios. La Consejería está diseñando una campaña para concienciar a todos en el uso de medicinas y fomentar una mayor utilización de genéricos a la hora de recetar.