En los últimos años, la homeopatía se ha convertido en una gran aliada en la prescripción de pediatras y médicos generales. De hecho, más de 3.400 pediatras prescriben ya medicamentos homeopáticos. Con el fin de profundizar en el conocimiento de este método terapéutico utilizado en el tratamiento de un amplio abanico de patologías tanto agudas (gripes, tos, diarreas, etc.), como crónicas o de difícil tratamiento (alergias, dermatitis o asma), e incluso en patologías típicas del verano (picaduras o afecciones dermatológicas),
Cada vez son más los padres que conocen los beneficios que aporta la homeopatía a sus hijos: seguridad, eficacia y rapidez de acción, sin provocar efectos adversos. Es, además, muy fácil de administrar a los más pequeños, gracias a su presentación en forma de gránulos y glóbulos, pequeñas esferas de sacarosa y lactosa que se disuelven debajo de la lengua.
El conocimiento de la homeopatía se adquiere en la misma oficina de farmacia, otras veces son los pediatras quienes la recomiendan a las madres para sus hijos, ya que con independencia de que puedan tener una formación especializada en este método terapéutico, muchos de ellos manejan cada vez más diversos medicamentos homeopáticos que cubren lagunas terapéuticas de la medicina convencional, como sucede con la prevención de las infecciones respiratorias, los dolores de la dentición o los cólicos del lactante, entre otros.