La Dra. Argüelles puntualiza que este delicado equilibrio se ve alterado por algunos factores relativos a hábitos, entre ellos, la práctica de determinados deportes. La equitación o el ciclismo pueden provocar vulvovaginitis no infecciosa que se ocasiona por el aumento de fricción en la zona genital. Por otro lado, la natación puede causar la vulvovaginitis candidiásica por el aumento de la humedad vaginal.
Consciente de esta circunstancia, la doctora Argüelles ofrece unos consejos para aquellas personas que practiquen estos deportes:
– Utilizar fibras naturales, preferiblemente de algodón.
– No usar ropa muy ajustada para que favorezca la aireación.
– Cambiarnos de ropa después de hacer ejercicio para evitar la humedad.
– No lavar en exceso la zona genital, una frecuencia normal sería una o dos veces al día.
A estos consejos la Dra. Argüelles añade la importancia de «utilizar productos que suaves, que respeten el mecanismo de defensa que tiene la zona vaginal, que es el pH ácido, y que no resequen excesivamente». Los geles de higiene íntima, como los de Chilly, son productos que cumplen con las necesidades específicas de la zona.