El anuncio lo ha hecho público José Enrique Fernández de Moya, secretario de Estado de Hacienda: «El Ministerio de Hacienda –ha explicado– se ha comprometido a la aclaración de los términos desde el punto de vista de la aplicación de la normativa tributaria, que queden sustanciados a través de una modificación del ejercicio de la potestad reglamentaria que asiste al Gobierno a través del artículo 44 del Reglamento sobre el IRPF, específicamente dirigido a los cursos, jornadas o congresos de capacitación, aprendizaje y formación vinculada completamente a su financiación, en este caso no por el empleador de manera directa sino a través de un tercero». Se trata, ha añadido, de «aportar certidumbre y seguridad jurídica a este colectivo».
Serafín Romero ya ha expresado su satisfacción por el acuerdo conseguido, que, ha dicho, «permite seguir manteniendo una calidad en la formación».
El acuerdo llega, precisamente, tras una reciente advertencia de Hacienda sobre la obligatoriedad para los médicos de tributar por las invitaciones a congresos. Hace unos días, a través de un documento de la subdirección general de Información y Asistencia Tributaria, el fisco puntualizó que asistir a un congreso con los gastos de transporte, alojamiento, comidas e inscripción pagados debía considerarse retribución en especie y, por tanto, habían de ser incluidos en los rendimientos del trabajo en la declaración de la renta. Las quejas de la industria y los médicos no se hicieron esperar y parecen haber dado su fruto.