Por otra parte, aquellos farmacéuticos que añaden a su labor asistencial en el mostrador la responsabilidad que supone ser titular o cotitular de una oficina de farmacia necesitan tanto conocimientos legales relativos a su condición de empresarios, como conocimientos de gestión, pues administran recursos económicos y humanos que lo requieren.
Ese conocimiento profundo de esas materias técnicas en las que las facultades de farmacia forman pero que es preciso actualizar de forma periódica y esos otros conocimientos que no se adquieren únicamente por la tenencia de una titulación técnica, sino que es preciso adquirirlos, nos conducen a una misma necesidad: «la formación».
Tener entonces un equipo formado específicamente para la labor asistencial que desarrolla y a uno o más titulares formados, tanto en esas materias como en las necesarias para administrar la empresa que es la farmacia y con conocimientos para su gestión óptima, es una de las claves para tener éxito en el mundo actual de la farmacia.
La relación de un conjunto específico de necesidades de salud y trasladar a los profesionales que atienden a los pacientes en la farmacia el conocimiento de las indicaciones terapéuticas de los productos y su aplicación a la necesidad de salud que satisfacen; saber a quién va dirigido el producto, los otros productos que pueden cubrir esa necesidad y por qué de entre dicho vademécum se elige uno u otro, y finalmente sugerencias de productos complementarios que pueden mejorar al paciente o sus síntomas o prevenir posibles efectos secundarios del mismo, debería de ser fruto de una labor periódica que se realice de forma continuada en el tiempo, mejorando la calidad asistencial de la farmacia.
En cuanto a las materias que deben ser objeto de formación en el caso específico de la adquisición de conocimientos o competencias necesarias para los titulares de la farmacia podemos encontrar:
- Materias relacionadas con el stock de producto y su registro informático, como es la correcta categorización de los productos para un análisis detallado de sus valores, rotaciones de productos, realización de inventarios, etc.
- Competencias específicas para la adecuada gestión de las compras y aprovisionamiento de los productos y su correcta valoración para el análisis de los márgenes obtenidos, tanto en el caso de las compras a mayoristas, como para el caso específico de la negociación con los laboratorios y sus delegados.
- Temas relacionados con la venta, el marketing, el merchandising del producto en la sala de ventas, la exposición del mismo, escaparatismo, gestión de precios, realización de campañas promocionales y fidelización de clientes o incentivación de colaboradores.
- Conocimientos sobre obligaciones legales y temas de gestión. En cuanto a los primeros, conocimientos básicos de contabilidad, fiscalidad, prevención de riesgos laborales, protección de datos, relaciones laborales y otros. En cuanto a las materias de gestión, conocer técnicas de planificación, como elaboración de presupuestos, dirección por objetivos, obtención de indicadores o KPI para seguimiento y medición de objetivos, elaboración de cuadros de mandos o de gestión.
En Audifarma tenemos una experiencia de decenas de años en formar a los farmacéuticos en las materias de gestión y en asesorar a los titulares en las materias que necesitan conocer por su condición de empresarios, por lo que satisfacer esta necesidad está en nuestra misión como empresa.
La formación es necesaria para cubrir el gap existente entre las necesidades de competencias y conocimientos que una persona posee y las que precisa para poder desempeñar de forma excelente su trabajo. En este sentido es un paso previo recomendable realizar un inventario de las competencias y conocimientos que son necesarios para la labor concreta que va a realizar cada uno de nuestros colaboradores. Aquel que de ninguna forma va a realizar compras no necesita estar formado en dichas materias; por el contrario, todos los que atienden a pacientes en el mostrador deben tener los conocimientos a los que habíamos aludido en el caso de las necesidades de salud.
Además, la farmacia quiere evolucionar y pasar de ser un consejero y suministrador individual en la administración del medicamento a integrarse en una red de farmacias que dan servicios farmacéuticos profesionales asistenciales a la población, lo que va a exigir de las farmacias nuevos conocimientos, obtener acreditaciones, cambiar procesos y documentarlos suministrando datos a una plataforma centralizada para toda la red, y para ello su necesidad va a volver a ser la misma, la formación. Desde Audifarma esperamos acompañaros en este nuevo viaje con el convencimiento de que el fin vale verdaderamente la pena.