En un comunicado la FEFAC expresa su predisposición «a colaborar en cualquier iniciativa que mejore el uso racional del medicamento» y reconoce que «la dispensación de medicamentos en envases monodosis (incluyendo el cartonaje, precinto y prospecto correspondientes) presentados por la industria farmacéutica puede suponer una aportación positiva en cuanto a la racionalización de los fármacos». No obstante, considera que «está por demostrar si realmente el sistema de unidosis que Sanidad quiere implantar aportará un ahorro».
Aparente improvisación
Según la FEFAC, «la aparente improvisación con la que se está actuando en la puesta en marcha de la dispensación en unidosis y la falta de información facilitada al sector hacen temer a la empresarial que el usuario pueda verse perjudicado». Por ello, considera que «debe ser clarificado si el laboratorio al que Sanidad ha autorizado la comercialización y distribución de los nuevos formatos tiene capacidad para suministrar las presentaciones a las más de 21.000 farmacias que hay en España, y si puede hacerlo antes de que la medida esté en marcha». En este sentido la FEFAC expresa su preocupación porque «ante un posible problema de desabastecimiento de estas presentaciones en monodosis en las farmacias, el paciente puede quedarse sin la medicación que le ha recetado el médico, con la confusión y molestias que ello puede ocasionarle».
Seguridad
Por otro lado, la FEFAC recuerda que a día de hoy «Sanidad no ha informado sobre las características de la presentación de dichos medicamentos», aunque confía que «contengan el pertinente prospecto y la información necesaria que avale la seguridad del producto, con el fin de proteger la salud del paciente».
Otra cuestión que se desconoce del proyecto y que está pendiente de regulación es la relacionada con el fraccionamiento de los envases por parte del farmacéutico para adaptarlos a las dosis prescritas por el médico. En este punto, la empresarial también espera que el buen desarrollo del proyecto permita a las farmacias «acometer esta tarea sin ocasionar un perjuicio sobre su actividad, pues no hay que olvidar que la manipulación de los envases puede comportar una carga para las farmacias que jamás puede ir en detrimento de la calidad del servicio sanitario que ofrecen».