En ella se han recogido las principales preocupaciones de la profesión en Castilla-La Mancha durante la pandemia provocada por la COVID-19. En concreto, aunque el 54,4% de las farmacias han asegurado haber conservado sus clientes durante el último año, lo han hecho con «un coste importante en sobrecarga de trabajo y estrés». De hecho, la ansiedad ha sido un problema común en el 51,2% de los encuestados, mientras que un 34,5% ha sufrido insomnio. Además, 4 de cada 10 farmacias han padecido contagios de COVID-19 entre su personal y un 60 % no han sentido valorado su trabajo, e incluso, algunos han destacado su sensación de «abandono por la administración».
Por otro lado, el 58,9% de los farmacéuticos han valorado positivamente los servicios complementarios efectuados por la mayoría de las farmacias, así como la entrega de medicación hospitalaria o el servicio a domicilio. Según ha concluido Mariano González, presidente de FEFCAM, «en esta pandemia se ha comprobado el compromiso de las farmacias comunitarias con la sociedad».