Mercè Barau, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, presentó los resultados de un estudio elaborado por el Colegio de Barcelona que muestran que si bien médicos, pacientes y usuarios tienen en general una buena valoración de la labor de la oficina de farmacia, también muestra desconocimiento e incluso despierta recelos en áreas como la atención farmacéutica.
«Para el colectivo médico, nuestra labor está focalizada en la dispensación de medicamentos», afirmó Barau. No obstante, según el estudio del Colegio de Barcelona, los médicos están dispuestos a aceptar un papel más activo de la farmacia en áreas como el consejo sobre el medicamento, el seguimiento a pacientes crónicos y el cumplimiento terapéutico.
También para el Foro de Pacientes, según el estudio, el cumplimiento terapéutico y la prevención de la salud son campos en los que el farmacéutico puede ampliar su actividad profesional. No obstante, Barau alertó de que tanto médicos como representantes de pacientes demandan protocolos de actuación que permitan homogeneizar la atención farmacéutica prestada en las diferentes farmacias.
Sin embargo, para Carlos González-Vilardell, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Sevilla, cada vez es más necesaria una colaboración estrecha entre médicos y farmacéuticos en aras de una mejor atención sanitaria a los pacientes. «Los avances en la salud han hecho desaparecer el papel del médico como único experto en salud», admitió González-Vilardell, quien añadió que «es esencial el trabajo en equipo con otros profesionales sanitarios, y entre ellos se encuentran los farmacéuticos, que son grandes aliados del médico en el mantenimiento de la salud».
González-Vilardell advirtió, además, sobre el peligro que plantean los continuos recortes sobre el actual modelo de farmacia en España, que pueden acabar repercutiendo sobre el nivel de salud de los ciudadanos.
Sergi Blancafort, responsable de formación de la Fundación Josep Laporte, presentó los resultados de un informe de la Universidad de Pacientes que destaca el gran reconocimiento de que gozan los farmacéuticos entre los pacientes crónicos. No obstante, Blancafort aseguró que muchos enfermos tienen dudas sobre cuál es el papel real que corresponde a los farmacéuticos en el tratamiento y seguimiento de sus enfermedades.
En esta línea, Blancafort apuntó que la oficina de farmacia puede ser un gran aliado de los enfermos crónicos ayudándolos a priorizar sus objetivos de salud y a hacer seguimiento de su evolución mediante visitas periódicas a las farmacias.
Sin embargo, Sergio Alonso, redactor jefe de Economía y Sociedad del diario La Razón, afirmó que la farmacia española, pese a gozar de un gran prestigio entre los ciudadanos, «no ha sabido venderse en otros ámbitos». Para Alonso, la farmacia es el eslabón más débil de la cadena del medicamento en España, por detrás de médicos, Administración e industria farmacéutica. Asimismo, Alonso cree que la farmacia española no ha sabido trasladar el gran valor social de su labor al conjunto de la sociedad «y sigue sin saber hacerlo».
Los errores en la medicación y las herramientas con que cuenta la oficina de farmacia para su resolución fue el tema de otra de las mesas redondas celebradas ayer por la tarde. En ella, Francisca González, médico de atención primaria y colaboradora del Centro de Farmacovigilancia de Aragón, destacó el papel del farmacéutico como «el último escalón para detectar el error de prescripción y los efectos secundarios en el paciente». Amplió, no obstante, esta responsabilidad a todos los profesionales sanitarios, instándoles a estar «más atentos» a los posibles síntomas del paciente que puedan evidenciar estos errores en la medicación.
Por su parte, Alfonso Domínguez, catedrático de Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Salamanca, enumeró algunos de los errores más habituales en la medicación, tales como falta de seguimiento, dosis elevada en fármacos con margen terapéutico limitado, escaso nivel de información al paciente o automedicación incorrecta. Respecto a este último punto, Domínguez subrayó la figura del farmacéutico como «consultor sanitario» y la importancia de la formación para controlar el uso de los medicamentos publicitarios.
En cuanto a la atención a las personas mayores polimedicadas, Encarnación Cruz, subdirectora general de Compras de Farmacia y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid, puso de relieve que la acumulación de tratamientos en este tipo de pacientes «provoca la aparición de interacciones o reacciones adversas que disminuyen su efectividad». Para evitar que se produzcan errores, Cruz recordó la importancia de la revisión periódica de los tratamientos de este tipo de pacientes, la coordinación entre sanitarios y farmacéuticos, la implantación de sistemas de ayuda para la utilización de medicamentos y la educación sanitaria en la población mayor.
Por último, Ana María Molinero, farmacéutica comunitaria y miembro de la Red de Farmacias Centinelas de la Comunidad de Madrid, explicó que el 75% de los problemas relacionados con la medicación son evitables con un adecuado seguimiento farmacoterapéutico. En este sentido, Molinero destacó la gran labor de la Red de Farmacias Centinelas, que se encarga de detectar, prevenir y notificar los problemas de seguridad o errores en el uso de los medicamentos, para así poder reducir riesgos.
Legalidad de las prácticas de negocio en la farmacia
La tercera y última mesa redonda de la tarde de ayer en Infarma 2012 se dedicó a analizar la legalidad de las prácticas de negocio en la oficina de farmacia. En ella, José Ignacio Vega, abogado del despacho Ramón y Cajal Abogados, aseguró que la farmacia continúa con su función tradicional de dispensación de medicamentos, pero manifestó la necesidad, a su vez, de encontrar nuevas vías de negocio «que deben estar siempre dentro del marco legal».
Se refirió, asimismo, a la posibilidad de ofrecer servicios de valor añadido dentro de la oficina de farmacia, «que en su mayoría son de financiación privada y en los que los colegios de farmacéuticos no tienen cabida en el establecimiento de precios». En este sentido, declaró que no existe un obstáculo legal que impida que se desarrollen estos servicios, pero sí existen acuerdos entre colegios y profesionales que regulan la actividad del farmacéutico.
Rosa Ortega, catedrática de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, destacó que el papel de la farmacia en el consejo dietético exige una amplia formación en alimentación y nutrición. Cada vez hay más demanda por parte de la población de profesionales con conocimientos dietéticos. Ortega reiteró que los farmacéuticos cada vez tienen mayor formación en nutrición, lo que redunda en una mejora sanitaria para la población. No obstante, alertó respecto a informaciones falsas sobre nutrición presentes en anuncios publicitarios y en determinadas dietas. «Casi todas las personas creemos saber sobre nutrición y dietética, cuando lo cierto es que incurrimos en creencias erróneas», añadió Ortega. Por ello, el profesional farmacéutico debe tener una mayor implicación en el área nutricional y romper con esas falsas creencias, atendiendo a una labor social y de consejero del paciente.
Por su parte, Caitlin Sorrell, directora europea de Alphega Farmacia, alertó sobre el riesgo de la proliferación de farmacias on line, que en muchas ocasiones ofrecen «medicamentos falsificados». Sorrell manifestó que en toda Europa hay problemas con la sanidad como el envejecimiento de la población o la mayor incidencia de enfermedades crónicas, lo que ha provocado un aumento de las prescripciones del 5 %. Sin embargo, la bajada generalizada de precios puede llevar a que muchos medicamentos salgan fuera de la oficina de farmacia y se ponga en peligro el papel asistencial del farmacéutico. Para Sorrell, la labor del farmacéutico tiene un alto valor añadido y, además, contribuye a disminuir la presión asistencial sobre los sistemas de sanidad.