Tres semanas después de que, en la primera mesa redonda de las Jornadas Farmacéuticas convocadas por el Consejo de Colegios de la Comunidad Valenciana, se hubiera cuestionado desde el punto de vista jurídico el Decreto-Ley 2013 dictado por el Gobierno de la Generalidad con el propósito de reducir el gasto farmacéutico, los representantes de la distribución también lo consideraron negativo desde el punto de vista asistencial y económico, además de considerar que, de seguir por tal vía, se ponía fin a un modelo de farmacia que, en gran medida gracias a la distribución, facilita el acceso a los medicamentos en condiciones de igualdad en cualquier punto de la geografía española, hasta el punto de haber sido considerado como el mejor modelo del mundo.
La segunda mesa redonda de las Jornadas Farmacéuticas Valencianas, dedicada a la distribución farmacéutica, se celebró este jueves en la sede del Colegio de Valencia y en la misma, moderada por la presidenta, María Teresa Guardiola, participaron los presidentes de Fedifar, Antonio Abril; de Hefame, Carlos Coves; de Federación Farmacéutica, Vicenç Calduch; y del Centro Farmacéutico Valenciano, José Emilio Segarra; así como el vicepresidente de Cofares, José Ignacio Güenechea, y el consejero de Alliance Healthcare, César Martínez.
Conclusión crítica
La conclusión global de las intervenciones no pudo haber sido más crítica con la normativa valenciana que, además, como se señaló, se había adoptado en un momento en que las farmacias vienen padeciendo grandes demoras en el cobro por los medicamentos dispensados con cargo a fondos públicos. Sin embargo, y también se señaló, se trataba de una norma con la que había que convivir y a la que se debían buscar respuestas para conseguir su derogación en tres puntos de la misma, como eran la distribución directa de productos farmacéuticos a los domicilios de los pacientes, la dispensación de medicamentos en centros de salud y la negociación de un acuerdo marco con todas las farmacias, como hasta ahora, y no selectivo. Para ello, además de seguir negociando, se insistió en la unidad de los profesionales, algo que se estaba dando como nunca antes había sucedido.
Los representantes de la distribución farmacéutica, después de haber puesto de manifiesto cómo es determinante su papel en el mantenimiento del modelo de farmacia, hasta el punto de que el 40% de los fármacos que llevan a las farmacias se realiza a pérdidas, manifestaron su disposición a buscar soluciones a algunos de los problemas derivados de la nueva normativa valenciana, con especial referencia en el momento actual a la distribución directa de absorbentes a los domicilios. En este punto, el vicepresidente de Cofares apuntó a lo que, en su día, se había hecho y se mantiene sobre este mismo punto en Navarra, en donde se había planteado una medida similar. Gracias al apoyo de la distribuidora se consiguió un acuerdo y los pañales no salieron del circuito de la farmacia.
Finalmente, y desde el punto de vista de la distribución, se consideró totalmente negativo el proceso emprendido para la reducción del gasto farmacéutico sólo a través de la bajada de precios de los medicamentos y que, en la normativa valenciana, sufre una nueva vuelta de tuerca con la inclusión de los algoritmos a la hora de prescribir los médicos pues, según se explicó, va a comportar que salgan de la prescripción los medicamentos de mayor precio y, en consecuencia, que distribución y farmacias no puedan compensar lo que actualmente están distribuyendo y dispensando a pérdida.