Casi una treintena de alternativas se han barajado según el presidente Javier Tudela «porque necesitamos una nueva sede, pero no podemos precipitarnos ni vamos a pedir una cuota extraordinaria ni una derrama a nuestros colegiados». La opción preferida es construir en el Limonar Alto, pero no se descarta nada porque todo está supeditado a la disponibilidad económica y a poder vender en unas condiciones favorables el piso de la Alameda de Colón donde ahora está la sede social y administrativa. «No es un buen momento para vender. Los precios son más bajos de los que creemos justos. No podemos apresurarnos y malvender nuestro patrimonio. Por eso, hemos retrasado un poco el proyecto. Estamos estudiándolo con mucho detalle para hacer lo mejor para el colectivo de farmacéuticos», manifiestan en el Colegio.
La Junta de Gobierno se ha dado de plazo este año para ver la evolución de la economía y decidir, pero se mantiene la idea de construir una nueva sede. En estos momentos el Colegio de Farmacéuticos de Málaga tiene a unos 1.750 colegiados en toda la provincia. El proyecto de la futura sede contempla un salón de actos para una capacidad mínima de 300 personas, cuatro salas modulares de formación, otra para informática y espacio para al menos un centenar de aparcamientos y que esté bien comunicado.