Utilizando como muestra a 400 mujeres consumidoras o compradoras de productos anticelulíticos o reductores de todo el territorio nacional, comprendidas entre los 25 y los 56 años, se han revelado, entre otras, las siguientes conclusiones:
- A pesar de la constada preocupación por su imagen corporal –de hecho, dos de las tres principales preocupaciones estéticas de las encuestadas es la celulitis y la grasa localizada (57,3% y 42,6%)–, la mayoría de las encuestadas no hace ningún tipo de ejercicio, seguido por aquellas que lo practicaban de forma esporádica.
- La edad determina el tipo de preocupaciones estéticas. La celulitis y grasa localizada se convierten en una preocupación al cumplir los 25 años. Entre los 25 y 35 la mayor preocupación es la grasa localizada, mientras que a partir de los 46 las arrugas son el principal quebradero de cabeza.
- Aunque son preocupaciones capitales, la mayoría no sabe la diferencia entre grasa localizada y celulitis (36,5%), ni que la celulitis no es grasa localizada. Aunque sí reconocen que la celulitis es un problema que afecta a muchas mujeres, independientemente de la edad.
- El método elegido por la mayoría para plantarle cara a ambas sería incrementar su gasto cosmético, siendo el ejercicio, la dieta o las operaciones quirúrgicas las siguientes opciones, pero ya desde lejos.
- Por ello, no sorprende que el uso de un reductor o anticelulítico le haga sentirse más segura (78%), es decir, el uso de este tipo de cosmética corporal tiene un importante componente psicológico.