El presidente del Consell de Col•legis de Farmacèutics de Catalunya y del Col•legi de Farmacèutics de Barcelona, Jordi de Dalmases, destaca que el desarrollo de esta cartera de servicios se ha basado en los resultados de diferentes estudios realizados en Cataluña, publicados en revistas nacionales e internacionales, que evidencian el valor añadido del farmacéutico comunitario en términos de la mejora de la efectividad y eficiencia derivada de la cogestión de procesos. Estos estudios coinciden en afirmar que la actuación coordinada del farmacéutico comunitario puede reducir la presión asistencial y contribuir a conseguir una mayor efectividad en la gestión del proceso.
Uno de los motivos para haber sido seleccionados para participar en este foro es que «en Cataluña se ha iniciado un proceso de planificación normativa, estratégica y operativa para desarrollar una farmacia comunitaria coordinada con los diferentes niveles asistenciales (CAPs y hospitales) y agentes sanitarios (médicos, enfermería), para aumentar su capacidad de resolución, disminuir su carga asistencial y corregir las posibles ineficiencias en la optimización de recursos», así lo explica Rafael Guayta, responsable de proyectos científicos del Col•legi de Farmacèutics de Barcelona.
El Plan de Salud vigente en Cataluña (2011-2014) contempla ya actividades que deben desarrollarse a nivel operativo desde la farmacia para el abordaje de problemas de salud pública prevalentes que suponen una gran carga por su alto índice de morbilidad y mortalidad y generan un elevado consumo de recursos sanitarios.
En Cataluña hay más de 3.000 farmacias repartidas por todo el territorio y siempre con un profesional sanitario al frente. Algunos de los servicios que están ofreciendo actualmente están relacionados con el seguimiento de pacientes crónicos y polimedicados, a través de la elaboración de sistemas personalizados de dosificación para cada enfermo. Participan en programas de prevención de riesgos como el Programa de Intercambio de Jeringas o de Mantenimiento con Metadona (PMM) y ofrecen programas de deshabituación tabáquica. Están implicadas, también, en estudios para la detección precoz de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y ejercen como educadores sanitarios, ya sea de forma individual o dirigiéndose a colectivos como niños o ancianos.