Así se puso de manifiesto durante el II Eye Nutrition Meeting, que reunió en Barcelona a más de 80 destacados expertos de 17 países para analizar los últimos resultados sobre el efecto protector de la nutrición ocular a través de micronutrientes. Durante el encuentro, organizado por Laboratorios Thea, los expertos coincidieron en señalar que la nutrición es un abordaje fundamental, a través de antioxidantes, vitaminas y minerales, para prevenir el desarrollo de la DMAE.
Micronutrientes, aliados para la salud ocular
Los avances para frenar, a través de la alimentación, la progresión del deterioro visual que causa la DMAE, centran en la actualidad numerosos estudios, que avalan como principales agentes las vitaminas y minerales antioxidantes (luteína y zeaxantina, vitaminas C, E y D, zinc, selenio, vitaminas grupo B), los ácidos grasos omega-3 y el resveratrol.
La importancia de estos micronutrientes tiene que ver con la demostración de que el estrés oxidativo y la carencia de nutrientes esenciales son factores fundamentales para el desarrollo de la DMAE. La posibilidad de frenar su progresión es muy importante, porque una vez desarrolladas las fases avanzadas de la enfermedad, los tratamientos solo son capaces de revertir parcialmente el proceso y normalmente a base de tratamientos largos y costosos. Así lo explicó el Dr. Alfredo García Layana, especialista en Oftalmología de la Clínica Universidad de Navarra y uno de los ponentes del encuentro, que también se refirió al tabaco como otro factor modificable muy importante a tener en cuenta en esta patología.
Dieta mediterránea
Desde el punto de vista de la dieta y su influencia en la DMAE, tanto este experto como la nutricionista María Marqués destacaron los efectos que puede tener la dieta mediterránea. Esta dieta se asocia a una mayor protección frente a la DMAE, reduciendo el riesgo de padecer la enfermedad hasta en un 50% según algunos estudios. En este sentido, ambos expertos recomendaron seguir una dieta sana y variada, que incluya abundantes vegetales, frutas, cereales integrales, legumbres y pescados; con moderación, huevos, lácteos y frutos secos; siendo el aceite de oliva la grasa predominante y el vino tinto la bebida de consumo habitual, después del agua, que son las principales fuentes de los nutrientes esenciales para la salud ocular (vitaminas, minerales, luteína, zeaxantina, ácidos grasos omega 3 y resveratrol).
Los expertos recomendaron, además, el empleo de suplementos nutricionales, siempre que sea recomendado por el médico, en los casos en los que la alimentación no aporte las cantidades necesarias o cuando se considere que su refuerzo pueda aportar beneficios adicionales. Esto es fundamental, añadió el Dr. García Layana, cuando ya existe una DMAE avanzada en uno de los ojos. El experto se refirió al macroestudio AREDS, que evaluó durante 10 años en casi 5.000 pacientes el efecto terapéutico sobre la DMAE de suplementos de micronutrientes con dosis elevadas de vitaminas, antioxidantes y zinc, demostrando una reducción del riesgo de progresión a DMAE avanzada.
Según el Dr. García Layana «el objetivo de los suplementos nutricionales no es tratar la DMAE, sino disminuir el riesgo de progresión a las formas avanzadas de la enfermedad que son las que realmente quitan la visión a los pacientes». Por su parte, María Marqués añadió que «la suplementación de vitaminas y minerales antioxidantes contribuye a mejorar las defensas naturales antioxidantes del ojo y a reducir los procesos inflamatorios, siendo, por lo tanto, relevante en la prevención y tratamiento de la DMAE y otras enfermedades oculares».