Martínez Olmos comenzó su intervención explicando que el libro «es una excusa para hablar de sanidad» y resaltó que sentía la «necesidad de hacer una reflexión colectiva del ámbito sanitario, capaz de involucrar ciudadanos, gestores políticos, etc.». Destacó que el año 2012 la sanidad comenzó a aparecer como una de las preocupaciones de la gente y que hay un denominador común de aspirar a conseguir un sistema sanitario equitativo, sostenible y universal. También puso sobre la mesa que en España hay «una enorme descentralización en el ámbito sanitario» y que los retos de futuro del sistema pasan por «el envejecimiento poblacional y los cambios e innovaciones que se producirán».
En cuanto al diagnóstico del sistema sanitario, Martínez Olmos explicó que hay «insuficiencias y retos a superar», pero que «la sanidad pública está desarrollada y ha superado desafíos». Apuntó, sin embargo, que echa de menos «planificación estratégica para trabajar y conseguir caminar y avanzar hacia la sanidad que queremos». En su opinión hay dos visiones contrapuestas del sistema sanitario, ambas «ciertas». Por un lado, dijo, «podemos hablar de un buen sistema sanitario» y, por otro, «podemos decir que el sistema se ha deteriorado».
El Pacto de Estado por la Sanidad es, según Martínez Olmos, «una demanda muy generalizada en el ámbito sanitario y soy partidario», pero también reconoció la dificultad de hacer un Pacto de Estado cuando en los partidos hay varios puntos de vista. A pesar de ello, cree que en los últimos años ha habido una socialización muy importante del concepto Sistema Nacional de Salud.
«Soy de las personas que creen que el sector de la oficina de farmacia es más importante de lo que probablemente se reconoce en el sector sanitario», remarcó Martínez Olmos, quien añadió que «es un sector que posiblemente puede dar más», refiriéndose a la capacitación de los profesionales farmacéuticos y a la accesibilidad y capilaridad de la red de farmacias comunitarias. En este sentido, apuntó la necesidad de plantearse un mejor servicio aprovechando esta capacitación, además de reflexionar sobre el modelo retributivo, pues «si no cambia, puede llevar a una disminución relativa» de la importancia de la farmacia.
El senador destacó que actualmente la profesión farmacéutica «es muy relevante desde el punto de vista de generación de riqueza, empleo... además, desde este sector se hacen proyectos muy interesantes con las Administraciones Públicas». En su opinión, es necesario reflexionar en torno a la planificación estratégica y el reto que supone la innovación de productos sanitarios y medicamentos en el ámbito de la genómica. «Es importante –dijo– plantear este tema porque por parte de expertos se alerta de que los avances en esta materia se están implementando con desigualdades».
El presidente del COFB, Jordi De Dalmases, que acompañó a Martínez Olmos durante la sesión, explicó que el futuro de la farmacia debe estar encaminado hacia el conocimiento y no centrarse únicamente en la dispensación, y recordó que en más de una ocasión Martínez Olmos le había dicho que los farmacéuticos «debían definir qué quieren ser de mayores», pues «el futuro de la farmacia es lo que nosotros queremos que sea», a lo que De Dalmases añadió que los farmacéuticos tienen claro que quieren ser un colectivo ordenado e integrado en la red asistencial.
Martínez Olmos afirmó que en la obra quería contar «con nuevas voces e incorporar la experiencia de ex consejeros de Salud de la Generalidad de Cataluña como Marina Geli y Boi Ruiz, ex presidentes y presidentes de comunidades autónomas... ». «Quería eximirme del riesgo de ser un senador del PSOE que opina». No obstante, destacó que había «muchas coincidencias» en aspectos como la insuficiencia presupuestaria del sistema o la necesidad de mejorar la coordinación y la gobernanza de este.
Marina Geli y Boi Ruiz estuvieron presentes en el encuentro y compartieron algunas reflexiones con los asistentes.