El consejero, José Ignacio Echániz, agradeció de un modo especial a la presidenta del Consejo General, Carmen Peña, la disponibilidad del sector en la búsqueda de las soluciones profesionales más adecuadas para garantizar el mejor servicio a los ciudadanos. «La crisis –dijo Echaniz– tiene que servir para avanzar en la sostenibilidad del sistema sanitario. Los farmacéuticos han de ser protagonistas en este nuevo horizonte sanitario que se perfila».
Por su parte, Carmen Peña puso de relieve que «la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario pasa por una farmacia profesional al servicio del paciente y sostenible para así poder garantizar la continuidad de la prestación farmacéutica: un servicio fundamental y básico para la sociedad española».
Nueva etapa
En el transcurso de la reunión, el consejero abordó la posibilidad de una mayor y más intensa colaboración de su departamento con el Gobierno de la Nación, ya que existe una importante corresponsabilidad legislativa entre las comunidades autónomas y la Administración central. «En esta nueva etapa vamos a colaborar con el Ministerio para que la farmacia consolide su papel en el Sistema Nacional de Salud dentro de un marco estable y previsible que haga posible el desarrollo profesional y la mejora del servicio farmacéutico. En este ámbito también apostamos por un sistema cohesionado y buscaremos la cooperación y la coordinación con el resto de comunidades y con el Ministerio», concretó el consejero.
Echániz señaló como parte de la «hoja de ruta» para este trabajo común el acuerdo profesional firmado entre la Consejería de Sanidad y el Consejo Autonómico de Farmacéuticos el pasado 2 de noviembre. Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha no hay dudas de que la oficina de farmacia debe asumirse como parte de una red de establecimientos sanitarios, capaz de trabajar al unísono con el SESCAM para mejorar la salud de los castellanomanchegos. Los aspectos contemplados en el acuerdo profesional «están en línea con la estrategia de atención farmacéutica del Consejo General, pero también lo está nuestra visión sobre el rol del farmacéutico comunitario en un sistema de salud moderno. Hay un camino que recorrer y contamos con el acervo de experiencia que se viene acumulando estos años atrás. Por tanto, es el momento de trabajar en la extensión de estas experiencias de atención farmacéutica a la totalidad de las farmacias. Este es el momento de hacer reformas en profundidad, pues lo necesita el sistema de salud», enfatizó el consejero Echániz.
«La gestión de la calidad y la seguridad del medicamento son algunas de las preocupaciones que compartimos», resaltó Carmen Peña, para quien «la red de farmacias está posicionada en el sistema de salud en un lugar idóneo para resolver los problemas que limiten la efectividad del medicamento». Tanto desde el Consejo como desde la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales se ha mostrado especial interés para acometer programas que aborden de un modo más eficiente el seguimiento de pacientes crónicos polimedicados, la asistencia farmacoterapéutica en centros sociosanitarios, el control de sobrepeso en la población y otras muchas posibles acciones conjuntas. «Desde la Consejería estamos especialmente satisfechos de cómo se está colaborando en el programa de drogodependientes, en el cual las farmacias están haciendo una labor admirable», resaltó Echániz.