La Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) ha celebrado en Madrid, con la colaboración del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), una nueva cita de sus «Jornadas SEFAC» en formato presencial.
El inicio de la jornada ha contado con la participación de Jesús Vázquez, director general de Asistencia Sanitaria y Aseguramiento de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid; Vicente J. Baixauli, presidente de SEFAC; Noelia Tejedor, presidenta de SEFAC Madrid, y Luis González, presidente del COFM. Por su parte, Vázquez ha recalcado que, durante la pandemia, «el farmacéutico comunitario ha sido el único profesional sanitario que ha estado presente en todos los lugares y ha cumplido sobradamente con el esfuerzo que se le ha pedido».
El programa ha incluido la sesión titulada «La farmacia comunitaria como centro sanitario: debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades». En esta mesa distintos expertos han analizado la situación actual del sector. Ángel Sanz, consultor farmacéutico y evaluador de tecnologías sanitarias, ha mencionado algunas de las principales debilidades del sector, que ha dividido en «las relacionadas con un déficit de actitud en parte del colectivo; las relacionadas con la aptitud o la formación y, finalmente, la escasez de recursos con las que cuentan muchas farmacias que funcionan de manera aislada». Además, ha añadido: «El sistema retributivo de la farmacia valora más la cuestión logística que la asistencial».
En el capítulo de amenazas, Eduardo Pastor, presidente de Cofares, ha coincido en señalar que muchas farmacias «funcionan como una isla». «La principal amenaza somos nosotros mismos, porque nunca hemos sabido escribir nuestra propia historia como colectivo, siempre hemos dejado que la decidan otros. Tenemos que escuchar lo que quiere el paciente y nos tendremos que adaptar a lo que los pacientes del futuro y los consumidores de salud quieren», ha alertado Pastor. «Otra de las grandes amenazas es la pérdida por parte del sector del control de la distribución farmacéutica a través del desarrollo tecnológico y de la ruptura del modelo de intermediación existente hasta ahora y del que están detrás grandes fondos de inversión», ha añadido. Asimismo, Pastor ha recalcado la importancia de que «las farmacias se adapten a las necesidades de los pacientes del futuro» y ha señalado: «Quien no sea capaz de establecer una relación tecnológica con sus pacientes lo pasará mal. Los farmacéuticos tenemos un gran poder que, si sabemos utilizarlo, podremos tener un gran valor ante las autoridades sanitarias y es la información que obtenemos a diario de los pacientes y que nos permite saber qué ocurre en cada momento».
Luis González ha recalcado que, a pesar de las dificultades, las farmacias comunitarias tienen «muchas fortalezas y la red de farmacias ha conseguido dar una prestación sanitaria básica para la atención de la población cuando el resto del sistema sanitario estaba colapsado».
Por su parte, Noelia Tejedor, ha afirmado: «El envejecimiento poblacional es uno de los grandes problemas que tiene España, pero para la farmacia comunitaria puede ser una gran oportunidad, porque son el perfil de pacientes habitual, con enfermedades crónicas y dificultades de adherencia terapéutica y si se aprovechan nuestros conocimientos el farmacéutico comunitario será realmente imprescindible, pero para ello hace falta registrar también nuestras intervenciones». Asimismo, ha señalado que habría que «impulsar la creación de una especialidad en Farmacia Clínica Comunitaria, pues el resto de sanitarios también tienen su propia especialidad y de este modo nadie podrá poner en duda nuestra capacidad como sanitarios».
Baixauli ha reconocido que «en las farmacias aún no estamos aprovechando el big data». «Debemos desarrollar el concepto de teleatención farmacéutica, porque telefarmacia tiene una connotación fundamentalmente comercial, y adaptar los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales a las tecnologías digitales, pero sin poner en riesgo la humanización de la asistencia». En este sentido, tanto Baixauli como Pastor han coincidido en la importancia de que el sector avance por sí mismo en este campo de la digitalización antes de que la Administración le marque el camino o le imponga una legislación que no responda a las necesidades del sector y de la población que atiende.
El programa científico de la jornada ha incluido también distintos talleres prácticos en patologías que se pueden abordar desde las farmacias. Dichos talleres tratan áreas como la adherencia en pacientes osteoporóticos y con patología respiratoria, el abordaje de la hiperplasia benigna de próstata en la farmacia comunitaria, la intervención farmacéutica en la dispensación de análogos GLP-1 inyectables o la indicación farmacéutica en tapón de oído. También se ha incluido un taller específico sobre cómo afrontar el desarrollo profesional en la farmacia comunitaria.