La consultora experta en estrategia, innovación y operaciones considera que la economía ha tocado fondo y se ha abierto un periodo para el crecimiento que el sector de la oficina de farmacia también debe aprovechar «para convertir el sector en una industria pujante». En su opinión, los farmacéuticos tienen que saber convivir con la incertidumbre y, para ello, hay que planificar distintos escenarios y, sobre todo, aprovechar las ocasiones.
Una de las oportunidades abiertas es conocer y atender mejor las necesidades del paciente, del nuevo cliente. «El conocimiento del cliente, de sus hábitos y preocupaciones es una buena base para empezar», asegura la expresidenta de General Electric en España y Portugal, quien insta al farmacéutico a involucrarse más en la tarea de asesoramiento como experto en salud en hábitos de vida saludable y dar más valor añadido con la dosificación de medicamentos o en aconsejar en áreas como la práctica deportiva, donde la farmacia todavía no se ha especializado. Para ello recomendó seguir buscando una mayor eficiencia en todos los procesos y monitorizar las ideas y los proyectos puestos en marcha porque «lo que no se mide, no se gestiona».
Otra de las estrategias apuntadas por la exresponsable de Google en España es explotar las tecnologías y el conocimiento digital para ganar clientes porque el paciente «es un cliente conectado, que viaja constantemente y también más envejecido». Los servicios remotos personalizados o los nuevos modelos de negocio abiertos por las farmacias online que «será un mercado que complemente al tradicional», según aseguró, son otras oportunidades «digitales» para la farmacia.
Aguilera también abogó por profundizar más en el modelo comercial de la farmacia y explorar la posibilidad de venta de nuevos productos y servicios. «Los bancos venden todo tipo de productos y las farmacias no, como tratamientos estéticos, fisioterapéuticos, contra la adicción de sustancias», se preguntó la ejecutiva, quien considera que el 50% de los ingresos de la farmacia debe venir de la venta de productos, servicios y conocimientos. Para ello recomendó a los farmacéuticos a «pensar como una startup» y «salir de la zona de confort», buscando financiación, innovando y no haciendo siempre lo mismo, colaborando con otros sectores, aceptando el uso de la nueva tecnología y construyendo su propia marca y reputación como farmacia, pensando en los usuarios y con una actitud siempre alerta para ser los primeros en ver y aprovechar las oportunidades abiertas y ponerlas en marcha, concluyó.