Muchos factores influyeron para que tuviera tanto interés en asistir, como por ejemplo visitar a una buena amiga que también estudia Farmacia en Granada, volver a visitar esa tan hermosa ciudad, empaparme de las reflexiones y nuevas ideas que me aportaran las conferencias, asistir a la Asamblea de FEEF, que sería al terminar el congreso, y en resumen conocer gente de mi misma carrera de Granada y otras facultades.
La experiencia del congreso no sólo empezó al llegar a Granada, sino que mucho antes ya había tenido contacto con los compañeros de AGEF y en todo momento nos han atendido y se han preocupado de que la estancia fuera de nuestro agrado, nos dieron consejos de cómo llegar al hostal e incluso, para mí que venía en coche, de no circular por el centro de la ciudad por el riesgo de multa.
Una vez que encontré el hostel (que por cierto me encantó) tras ascender por las estrechas y adoquinadas calles del Realejo me estaban esperando dos chicas de AGEF que me dijeron que me esperara para ver con quien me colocaban. Cuando llegó el enorme grupo de Valencia y tras una pequeña reorganización me tocó en una habitación con 9 chicos más.
Para ir a la Facultad teníamos que coger un bus, ya que estaba alejada del centro, en un pequeño altozano sobre el monasterio de la Cartuja. Ver otra facultad de Farmacia es curioso porque en seguida empiezan las comparaciones con la tuya, que si una es más vieja, que si la otra es más bonita, que si aquella es más grande. En general me gustó bastante. Sobre todo la cantina y sus cantineros, la mesa de ping pong, la guasa de lo de la M30 y el gran abeto de la entrada adornado con luces de navidad y con el símbolo de la farmacia en su ápice.
Lo primero que hicimos al entrar a la facultad fue recoger la bolsa que llevaba la información, la acreditación al congreso y unos cuantos detalles más que nos encantaron a todos. Justo después nos sirvieron un breve catering para a continuación dar comienzo el congreso.
El congreso
De la inauguración destacaría la cálida bienvenida de la decana y las palabras de Miguel y María del Mar, que decían algo así como: disfruten del congreso, interactúen, déjense llevar y compartan. Sabio consejo, pues eso es lo que hice.
La primera charla iba sobre el asociacionismo de los estudiantes de farmacia. Se explicaron las diferentes asociaciones que hay a nivel local, estatal, europeo e internacional de estudiantes de farmacia. Participó en la conferencia un chico de la República Checa llamado Jacob, que vino a hablarnos de IPSF y le dio un toque internacional al congreso. También fue bastante impresionante ver los enormes datos de presupuesto y logística que manejaron desde AVEF para preparar la EPSA Autumn Assembly de Valencia.
Después de un pequeño descanso, tuvimos la conferencia central del congreso, sobre intrusismo y deontología profesional. La profesora que nos explicó este tema, Guillermina, fue muy simpática y risueña. Lejos de parecer una charla tediosa de legislación, gracias a ella algunos conceptos legales y supuestos que para nosotros pueden parecer algo aburridos, resultaron muy entretenidos por el carisma que puso esta mujer. Al final de la misma hubo varias preguntas muy interesantes sobre el futuro de la farmacia.
Al terminar la charla, nos echamos una gran foto de grupo con las batas que nos regalaron del Interfarma y nos informaron de lo que íbamos a hacer próximamente. Volvimos en autobús al hostel y allí cenamos comida de una barbacoa que habían preparado. Como para la mayoría fue un día largo y al día siguiente tocaba más congreso, muchos nos fuimos a descansar temprano.
El segundo día de congreso iba a ser completo, mañana y tarde. Comenzó con una charla de farmacia hospitalaria en atención primaria en la que nos hablaron de todas las intervenciones del farmacéutico en un centro de salud, y después vino otra sobre atención farmacéutica en farmacia comunitaria que me resultó muy interesante porque es un área novedosa con mucho futuro en farmacia comunitaria, e incluso me atreví a preguntar al ponente, que por cierto expuso una charla genial, sobre las posibles fuentes de financiación del servicio de atención farmacéutica. Tras un pequeño descanso vino la charla sobre alimentación funcional y Nutricare, con Luis Morales como representante de esta última, y al terminar la misma probamos unos snacks de Nutricare bajos en calorías y aditivos que la verdad no tenían nada que envidiar a otros más comerciales. A continuación nos prepararon unas mesas en la propia cantina y comimos allí de lujo. No conocía lo que ellos llamaban el «Alpujarreño», pero me lo apunto para cuando vuelva a Granada.
El resto de la tarde tuvimos tres conferencias. La primera sobre conciliación de la medicación entre atención primaria y atención especializada, la siguiente sobre homeopatía, y la última sobre el farmacéutico y la inspección sanitaria, que personalmente fue un tema nuevo para mí que captó mi atención por ello. Por último, se realizó la Olimpiada Nacional de Estudiantes de Farmacia donde 4 alumnos defendieron un trabajo de investigación en el que habían colaborado.
Por la noche nos llevaron a cenar a un restaurante del centro de Granada en el que recuerdo que estuve junto a un compañero de Valencia y dos de Galicia. Al terminar, los que tuvimos ganas dimos una vuelta por la zona de Pedro Antonio y entramos a varios pubs hasta no muy tarde.
Visita a Hefagra
El último día de congreso ya llegó y como era el día de la Constitución y la facultad estaba cerrada nos llevaron a Hefagra, la cooperativa distribuidora de Granada. En su salón de actos tuvimos una divertidísima conferencia sobre distribución y planificación de la farmacia. Digo divertidísima porque el conferenciante tenía esa gracia andaluza especial y metía entre la charla muchas bromas para hacer reír al público. A continuación, nos llevaron a visitar las instalaciones de Hefagra donde nos enseñaron el enorme almacén en el que se reciben, almacenan y se preparan los pedidos de medicamentos para las farmacias.
Para terminar tuvimos otra divertida conferencia-actividad en la que seis compañeros de Granada nos hablaron primero de su júnior empresa llamada Ebersix, y después hicimos un ejercicio participativo con todo el público de imaginar una nueva empresa cuya actividad estuviera relacionada con la farmacia y al final por grupos defender las 4 mejores ideas. Hubo algunas ideas muy buenas y otras más graciosas como lo de los churros dietéticos a domicilio. Tras esto, se hizo el acto de entrega de los premios de la Olimpiada de Estudiantes y seguidamente las altas personalidades dieron por concluido el congreso con la sensación de haber hecho bien las cosas.
En la puerta de Hefagra nos echamos un montón de fotos de grupo con un póster del Interfarma y tras estar un rato allí esperando el bus, nos fuimos de tapeo por Granada. Saboreamos las ricas tapas granadinas y después hicimos una visita turística que me encantó. La guía nos iba contando historietas de cada rincón por el que íbamos pasando y descubrí algunos lugares que no son tan conocidos pero también con mucho encanto.
Al caer la noche, nos vestimos con nuestras mejores galas y nos llevaron a cenar como marqueses a un restaurante giratorio en el que se podía contemplar desde la altura cómo la ciudad de Granada pasaba muy lentamente a través de las ventanas. Después de la exquisita cena fuimos a una famosa discoteca de las afueras de Granada y al parecer era bastante exclusiva pues tenía hasta una enorme piscina en la terraza. Tras bailar, cantar y frivolidades varias pudimos dar por finalizado definitivamente el Interfarma.
Contactos
Para finalizar sólo decir que el aspecto social es el que más me ha enriquecido de este congreso. Como digo, al ir solo desde mi facultad he tenido mucho más contacto con todos los demás compañeros de otras facultades porque todos me conocían como «el de Murcia» y tenía que integrarme con alguien si no quería estar solo. Aunque gracias a todos he tenido que poner más bien poco de mi parte para conocer gente nueva, durante estos días uno se olvida de los complejos porque al final con todos los contactos que haces sales ganando. He conocido gente de Granada, Valencia, Sevilla, Salamanca, Galicia, Albacete y hasta un checo y dos franceses. Sin contar luego los que conocí en la Asamblea de la FEEF. En las actividades o ratos fuera de la sala de congresos es cuando puedes interactuar con los demás. Para todos los que no éramos de Granada era fácil porque íbamos en grupo a todos lados, pero quizá no tanto para los de Granada que no fueran organizadores, ya que sólo iban a las conferencias.
Antes de acabar, no se me puede olvidar el volver a agradecer el esfuerzo a tod@s y cada un@ de los que han hecho que este congreso fuera posible. Ojalá muchos otros estudiantes de farmacia como yo sepan apreciar el valor que tienen este tipo de eventos y lleguen a disfrutar tanto como lo he hecho yo.