Una esperanza que también compartió Jordi de Dalmases, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, en su parlamento de clausura, a pesar de reconocer las enormes dificultades que atraviesa la profesión. «En toda España –dijo De Dalmases– los farmacéuticos hemos sufrido mucho la crisis, pero creo que en Cataluña todavía más. Pero no hay que desesperar. Es verdad que estamos mejor que otros años porque hemos conseguido crédito, y esto es síntoma de que la situación económica mejora, una mejoría que es lo único que nos va a salvar de esta situación tan comprometida. Y es que hay que ver el vaso medio lleno, porque un sistema en el que aquel que impone la ley es el primero en no cumplirla no tiene ningún futuro. Si esto sigue así, el sistema se hunde y esto no va a suceder, no lo vamos a permitir. Tiene que solucionarse y para eso seguimos luchando día a día».
No obstante, el presidente del Colegio de Barcelona se mostró feliz por el éxito de Infarma: «No queda bien que lo diga yo, pero ha sido increíble», reconoció con satisfacción. Una satisfacción que solo quedó empañada por la triste coincidencia del congreso, en el tiempo, con el accidente aéreo en los Alpes, a cuyas víctimas De Dalmases tuvo presentes en su intervención: «Desde el fondo del corazón –dijo–, un recuerdo entrañable para todas las víctimas y sobre todo para sus familiares, que en Barcelona son muchos y que sufrirán por esta enorme pérdida».
Luis González, presidente del Colegio de Madrid, acompañó a Francisca Aranzana y Jordi de Dalmases en el acto de clausura y también expresó su satisfacción por el éxito del encuentro: «Infarma –manifestó– ha estado orientada a la acción para transmitir a los farmacéuticos la necesidad de afrontar nuevos retos y oportunidades. Estoy seguro de que cada uno de los asistentes que nos han acompañado estos días se lleva algo nuevo. Es imposible no hacerlo ante una oferta tan variada y extensa». Y añadió: «Todos podemos estar muy satisfechos de los resultados que hemos obtenido. Una vez más ha quedado patente que la relación iniciada hace cuatro años entre los colegios de Barcelona y Madrid debe perdurar en el tiempo».
Enfermedades cardiovasculares
«El farmacéutico es un profesional influyente y puede contribuir a promover los hábitos de vida saludables entre sus pacientes. Por ello el papel del farmacéutico es fundamental para avanzar hacia una ciudad mucho más sana», afirmó durante la conferencia inaugural del Congreso el Dr. Josep Brugada, quien remarcó asimismo la importancia de la colaboración entre médicos y farmacéuticos para conseguir un objetivo común: reducir las enfermedades cardiovasculares y mejorar la salud del entorno.
Para el Dr. Brugada, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, cardiólogo del Hospital Clínic de Barcelona, jefe de la sección de Arritmias Pediátricas del Hospital Sant Joan de Déu y presidente de la Associació Barcelona Salut, «el corazón es como una máquina extraordinaria que no para nunca» pero que, a pesar de ser prácticamente perfecta, es la responsable del 40% de la mortalidad, por delante de los tumores. «Cuando una persona sufre un infarto –explicó– tenemos 10 minutos para actuar. Si en esa ventana de tiempo podemos utilizar un desfibrilador se puede recuperar una vida». Por ello, el Dr. Brugada dedicó buena parte de su intervención a explicar su experiencia en la promoción de la instalación de desfibriladores, primero en Girona y más tarde también en Barcelona, donde se puso el énfasis en las farmacias, con el proyecto «Barcelona, ciudad cardioprotegida», gracias al que actualmente se ha podido dotar de un desfibrilador a 50 farmacias, que ya han salvado dos vidas. Brugada defendió que «los profesionales farmacéuticos tienen que ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares fomentando hábitos de vida saludables entre los usuarios».
El Dr. Josep Brugada aprovechó su conferencia para avanzar que el siguiente proyecto en el que está trabajando y para el que le gustaría contar con la implicación de las farmacias es el de la detección de pacientes con fibrilación auricular silente –sin síntomas ni un diagnóstico establecido– para poder reducir los casos de ictus.
Declaración de Córdoba
«Cuando el ciudadano vea una farmacia y piense que allí se le facilitarán servicios y atención para influir en su estado de salud, la batalla estará ganada». Según Jordi Dalmases el futuro del profesional farmacéutico sólo será posible cuando asuma un rol asistencial y así lo manifestó en la mesa redonda «Acciones enmarcadas en el Documento de Córdoba», que él mismo moderó.
Esa misma conclusión fue compartida por los ponentes que le acompañaban en la mesa, entre ellos Carmen Peña, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España y de la FIP, que definió la Declaración de Córdoba como «una declaración de amor del conjunto de profesionales farmacéuticos hacia la sociedad a la que sirven. Es nuestro pequeño gran documento, que marca nuestra esencia de pasado pero con proyección a nuevas formas de trabajo». En ese sentido, Peña destacó «el deber de recuperar el rol asistencial que el farmacéutico tuvo en el pasado y que va mucho más allá de un mero dispensador de medicamentos».
Miguel Ángel Gastelurrutia, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Guipúzcoa, también se refirió a la figura del farmacéutico como profesional con competencias asistenciales: «La farmacia asistencial centrada en el paciente –dijo–, con una cartera de servicios profesionales remunerados, es el único futuro posible». Puntualizó, no obstante, que no hay que olvidar que «los servicios deben responder a necesidades sociales y funcionar tanto a nivel de eficiencia como de rentabilidad».
Por su parte, Fernando Martínez, profesor titular de la Universidad de Granada y responsable del grupo de investigación en Atención Farmacéutica, destacó la necesidad de potenciar la investigación en farmacia comunitaria y la formación orientada al paciente. Y defendió «la colaboración entre universidades y farmacia comunitaria», al tiempo que señaló «la necesidad de incluir asignaturas de atención farmacéutica obligatorias en los planes de estudio e introducir cambios importantes en los actuales».
Por último, Lluís Triquell, socio-director de Antares Consulting, enumeró, como principales barreras para el logro de un rol asistencial por parte del farmacéutico, «los estereotipos, las rigideces comunicativas y las políticas», e insistió en la necesidad de que haya más «colaboración y cooperación entre los diferentes profesionales sanitarios».
Cartera de servicios avalados
«Es importante tener una cartera de servicios avalada que dé seguridad a los usuarios». Así lo afirmó David Elvira, economista de la Salud y profesor asociado de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, durante la mesa redonda «¿Es sostenible la actual prestación farmacéutica? La innovación como respuesta». Elvira destacó como uno de los grandes retos pendientes «la fidelización del paciente», que el farmacéutico debe conseguir gracias a su mayor accesibilidad y cercanía y su capacidad de aportar una visión holística del paciente. En lo mismo coincidieron el resto de ponentes de la mesa, moderada por Joan Calduch, tesorero del COF de Barcelona, que se mostraron a favor de un nuevo modelo de prestación farmacéutica que debe incorporar una cartera de servicios avalados.
Los ponentes también coincidieron en la necesidad de analizar y cuantificar los resultados de la cartera de servicios y el ahorro o ventajas que puede suponer al sistema de salud. «Necesitamos datos para valorar qué se está haciendo y saber qué podemos hacer de otra manera», apuntó Núria Mas, profesora de Economía de IESE. «La Administración no va a destinar más dinero a este sector si no es consciente de que se genera un ahorro», opinó Joaquim Triadú, vicepresidente del Centro Sector Público-Sector Privado de IESE.
Elvira advirtió que no siempre se debe hablar de financiación pública y defendió la idea de introducir otras vías de financiación privada. Triadú, por su parte, se manifestó partidario de la creación de un contrato programa con medidas adaptadas a la actual pirámide de población y de impulsar la colaboración público-privada.
Desabastecimiento de fármacos
El problema del desabastecimiento fue uno de los temas destacados de Infarma 2015, y del que se habló en una mesa en la que participaron representantes de la Administración, de Farmaindustria, de la distribución, de la farmacia de hospital, de atención primaria y de la farmacia comunitaria.
Todos los ponentes aprovecharon la ocasión para hacer propuestas encaminadas a resolver el problema y coincidieron en la necesidad de compartir la información. A este respecto fue interesante escuchar a Francesc Pla, vicepresidente del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona, reconociendo que se ha perdido un tiempo precioso porque «hemos estado negando este problema durante años». Quizá por ello no dudó en reclamar transparencia e inmediatez a la hora de afrontar el problema: «Nos falta información fiable y por este motivo se genera confusión e inseguridad», puntualizó.
La mesa la abrió M. Luisa Tarno, jefe del Área de Control de Medicamentos del Departamento de Inspección y Control de Medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos, que propuso soluciones como disponer de proveedores y fabricantes alternativos, un mejor cumplimiento de las normas de correcta fabricación, más sensibilización sobre las consecuencias del desabastecimiento para los pacientes, una información temprana a las autoridades sanitarias y una gestión del problema por parte de las autoridades.
Emili Esteve, director del Departamento Técnico de Farmaindustria, también aportó ideas, como notificar mejor, modificar la normativa del sistema de precios de referencia o disponer de un sistema de verificación que permita ofrecer un seguimiento de lo que realmente se dispensa. Añadió, sin embargo, que su percepción es que se trata de un problema que va a menos.
En representación de la distribución habló Miguel Valdés, director general de FEDIFAR, que ofreció una batería de soluciones, como un análisis conjunto de los agentes implicados y la búsqueda de fórmulas para paliar los efectos del desabastecimiento; que los colegios profundicen en sus medidas de control para evitar prácticas ilegales; que la Dirección General de Farmacia revise SEGUIMED para que sea una herramienta eficaz en el control del suministro; que las empresas de distribución asociadas optimicen sus controles y que soliciten a sus suministradores que respondan de la legalidad del origen de sus suministros, y que la AEMPS revise los procedimientos de concesión e inspección de licencias. Por último, Valdés comentó que desde FEDIFAR se quiere impulsar un sistema de información para detectar situaciones de suministro irregular.
La sesión prosiguió con las intervenciones de Carmen Solera, farmacéutica del Consorci Sanitari de Terrassa y miembro de la Comisión del Programa de Armonización del CatSalut, y Edurne Fernández de Gamarra, especialista de farmacia hospitalaria del Hospital de Sant Pau de Barcelona. La primera explicó que el profesional de atención primaria ve el problema del desabastecimiento con «sorpresa e indignación» y alertó de que los cambios de marca, de dosis y de presentaciones que provoca el desabastecimiento son un peligro potencial de errores de medicación. Por su parte, Fernández de Gamarra afirmó que es un problema que afecta a todos los ámbitos asistenciales y reconoció que en su hospital tienen a una persona encargada de hacer un seguimiento diario de los problemas de suministro.
El último en intervenir fue Francesc Pla, quien se refirió a la llamada distribución inversa, que reconoció que sólo puede darse a través de una oficina de farmacia. Y en este sentido fue contundente: «En España una oficina de farmacia sólo puede vender medicamentos al usuario final. Hacer otra cosa es ilegal, y la saben tanto el que vende como el que compra».
Acceso a los nuevos fármacos
«No podemos dejar de ofrecer a los pacientes los tratamientos más innovadores». Así de claro se mostró José Ramon Luis Yagüe, director del Departamento de Relaciones con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, durante su intervención en la mesa «Acceso a los nuevos fármacos. ¿Podremos tratar a todos los pacientes?». «Es imprescindible incorporar la innovación para ofrecer calidad y una respuesta eficaz al paciente o de lo contrario pondremos en peligro el Sistema Nacional de Salud», añadió.
A este respecto, Xavier Aldeguer, coordinador y jefe de Digestivo del Hospital Josep Trueta de Girona, puntualizó que «el caso de la hepatitis C ha puesto en evidencia que el sistema no funciona y que existe una falta de planificación» y reclamó la creación de un nuevo paradigma que reconsidere el papel de las guías clínicas, el informe terapéutico y el nuevo lobby del paciente para afrontar este tipo de situaciones.
Antoni Gilabert, director de la Gerencia de la Farmacia y del Medicamento del CatSalut, evidenció «la necesidad de trabajar con una visión estratégica y establecer una metodología». En su opinión, sólo así «podremos gestionar uno de los grandes retos: controlar la incertidumbre que supone un modelo colaborativo que ha de contar con la implicación de diferentes agentes como farmacéuticos, distribuidores e industria, entre otros». Gilabert también señaló que debemos empezar a hablar «de inversión y no de gasto» para hacer posible el acceso a la innovación farmacéutica.
Durante la mesa se recordó que los pacientes cada vez están más informados y disponen de más herramientas para organizarse, como por ejemplo, las redes sociales.
Procesos crónicos y TICS
La irrupción de nuevas necesidades en salud condiciona la aparición de nuevos modelos asistenciales basados en la cogestión de procesos, la redefinición de competencias profesionales y la necesidad de disponer de elementos que aseguren la información necesaria para la plena integración en los sistemas sanitarios. En torno a estas cuestiones se centró la mesa redonda «Cogestión de procesos crónicos y TICS», moderada por Francesc Pla, vicepresidente del COF de Barcelona, quien recordó que «la coordinación e integración son fundamentales, especialmente en el control de la cronicidad, para cualquier sistema nacional de salud».
Las prácticas compartidas centraron la ponencia de Carles Blay, responsable operativo de Programes de Prevenció i Atenció a la Cronicitat de la Generalitat de Catalunya (PIASSIS): «Hoy asistimos –dijo– a un cambio de paradigma del paciente con mayor prevalencia: podemos decir que 4 de cada 5 personas que acuden a la farmacia morirán a causa de la progresión de 4 o 5 enfermedades crónicas. Hace 20 años esto no pasaba. Por tanto, ha cambiado el perfil del paciente, que hoy acumula cronicidad». Ese tipo de paciente complejo crónico requiere ser atendido por diversos profesionales sanitarios, y a esta complejidad, dijo Blay, hay que sumarle la «infinidad de modelos organizativos existentes que lleva a que el propio paciente, en ocasiones, no sepa qué profesional está llevándole». Por todo ello Blay concluyó que «el médico que, en el siglo XXI, no colabore con el resto de agentes sanitarios, no será un buen profesional».
Carlos Gallego, coordinador i-salud y responsable de la oficina de estándares e interoperatividad de la Fundació TicSalut del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, también destacó que «en el nuevo modelo, el ciudadano es interactivo y se sitúa en el centro. Interactúa con muchos agentes: atención primaria, urgencias, diagnóstico por la imagen, seguimiento en casa, autocuidado, farmacia y un largo etcétera. Todos estos agentes están interrelacionados y requieren información».
Francesc García Cuyàs, director de la Fundació TicSalut del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, habló del proyecto i-SISS.cat, que definió como «un proyecto funcional de interoperabilidad para facilitar la integración entre los diferentes sistemas de información de los proveedores de salud y servicios sociales, basado en la autonomía de gestión». En su opinión, «gestionar la información de manera correcta es imprescindible para dar respuesta a la integración asistencial» y señaló que una de las principales trabas a superar es «la utilización de herramientas del siglo XXI con legislación del siglo XIX a la hora de aplicar un modelo adecuado para compartir la información: la legislación debe, por tanto, adaptarse a esta nueva manera de hacer».
Servicios farmacéuticos
Pilar Gascón, vocal de Docencia del COF de Barcelona y miembro del Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya, fue la encargada de moderar la mesa de «Servicios farmacéuticos de prevención y atención al paciente», en la que se presentaron diferentes proyectos que muestran el éxito de la colaboración entre farmacéuticos y otros profesionales sanitarios para mejorar la salud de la población
Uno de ellos fue el programa pionero en España para prevenir el riesgo cardiovascular, que tiene como objetivo «detectar la existencia de factores de riesgo cardiovascular en las farmacias y estratificar a 10 años el riesgo de padecer enfermedad coronaria», explicó Oriol Doménech, director del Centro Médico de Mutua General de Catalunya. Gracias a los buenos resultados obtenidos, Doménech anunció que ahora el objetivo es «ir más allá de la prueba piloto y ampliar el programa a la población general».
A Antonio Aranzana, director médico del CAP Claret de Barcelona, le correspondió presentar el programa de atención farmacéutica al paciente crónico complejo, que busca evaluar la mejora del cumplimiento del tratamiento y el control de la enfermedad de personas que sufren procesos crónicos de gestión difícil, así como evaluar la razón efectividad/coste y beneficio/coste de una intervención protocolizada llevada a cabo de manera integrada con los equipos de atención primaria desde las farmacias comunitarias. Para facilitar esta gestión, se ha incorporado un servicio de mensajería electrónica entre farmacéutico y médico a través de la plataforma de prescripción electrónica. «La intervención del farmacéutico aumenta el cumplimento terapéutico, disminuye los problemas relacionados con el medicamento, aumenta el control de la patología y representa un ahorro económico en costes directos del sistema», afirmó Aranzana.
Guillermo Bagaría, farmacéutico comunitario en L'Hospitalet de Llobregat, habló del test del VIH y del Streptotest. Del primero destacó que el farmacéutico ofrece «educación sanitaria para minimizar riesgos futuros, repasar los riesgos que existen y también qué ocurre en caso de tener un resultado positivo». La figura del farmacéutico «es importante para dar una serie de directrices y consejos sanitarios», añadió. En cuanto al Streptotest, que consiste en cribar si el origen del dolor de garganta es vírico o bacteriano, explicó que «en caso de ser vírico, hacemos una indicación farmacéutica, y si sale bacteriano, derivamos al médico para que prescriba el antibiótico». Gracias a los 1.039 tests realizados por las 500 farmacias participantes se han detectado 124 casos positivos.
Otro de los programas que se presentó fue conSIGUE, cuya finalidad es implantar en la farmacia de forma sostenible el servicio de seguimiento farmacoterapéutico. Los resultados obtenidos durante las fases de impacto y piloto demuestran que «disminuye el número de medicamentos que toman las personas mayores, disminuyen los problemas de salud no controlados y también se reduce el ingreso hospitalario del paciente», constató Pilar García, ex presidenta del COF de Navarra, quien aprovechó para remarcar que «no hay sostenibilidad posible sin cobro del servicio».
Un servicio relacionado es el que ofrecen las farmacias de Madrid desde hace 10 años: asistencia al mayor polimedicado. Se impulsó con el objetivo de «mejorar, desde la farmacia, la adherencia farmacoterapéutica en personas mayores de 74 años mediante asesoramiento sobre uso de fármacos y colaborando con otros profesionales sanitarios», expuso Óscar López, vocal de Titulares de Oficina de Farmacia del COF de Madrid. Las 986 farmacias adheridas hacen un seguimiento regular a 1.172 pacientes.
La prevención de la diabetes también tiene presencia en las farmacias de Pontevedra a través del Programa DEDIPO, puesto en marcha entre el Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra y el Servicio Gallego de Salud. «El objetivo es detectar en las farmacias, con el test de Findrisc, personas con riesgo alto o muy alto de padecer diabetes, así como promover estilos de vida saludable para disminuir el riesgo», apuntó Alba M. Soutelo, presidenta del COF de Pontevedra. Después de realizar la prueba piloto, les gustaría extender el programa al resto de Galicia y consolidar DEDIPO como servicio.
Distribución farmacéutica y crisis
La mesa redonda «Respuestas de la distribución a la crisis del sector» puso de manifiesto que, a pesar de que el sector de los mayoristas farmacéuticos también padece la situación de dificultad económica, ha realizado un gran esfuerzo por que la calidad del servicio prestado a las oficinas de farmacia no se haya resentido. «Supone un logro el haber sido capaces de mantener las condiciones de servicio equivalentes a los años previos a la crisis», afirmó César Martínez, presidente de Alliance Healthcare.
También Carlos Coves, presidente de Hefame, insistió en la idea de que la distribución ha sabido dar el mejor servicio ante una situación económica muy complicada: «No hay que olvidar que el modelo de farmacia, uno de los mejores del mundo, no está en crisis, sino que sufre las acciones de un Gobierno que sí lo está y que carga sus problemas económicos sobre el sistema farmacéutico», subrayó.
Juan Ignacio Güenechea, vicepresidente de Cofares, coincidió con ambos al considerar que la distribución ha ejercido un papel muy importante en lo que respecta al mantenimiento financiero de las oficinas de farmacia «en un entorno muy difícil de gestionar». «Nuestro objetivo ha sido dar respuesta a sus necesidades y lo hemos hecho de forma rápida», apuntó.
El presidente de Fedefarma, Vicenç Calduch, también resaltó que la cooperativa trabaja por facilitar a las farmacias la superación de la crisis. «Estamos al lado de la solución, y no del problema», dijo Calduch.
El moderador de la mesa, Antonio Torres, presidente de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (FEFAC), no dejó pasar la oportunidad de pedir a los ponentes su posicionamiento ante las prácticas de distribución que perjudican al sector, tanto las legales, como la importación paralela, como las ilegales, concretamente, la denominada 'distribución inversa', por la que el medicamento sale del circuito establecido para ser revendido posteriormente en el exterior.
Respecto al comercio paralelo, promovido por algunos países como Alemania, cuyo gobierno incentiva a las oficinas de farmacia la dispensación de medicamentos importados de otros países, Calduch subrayó que, aunque en principio son lícitas desde el punto de vista legal, las cooperativas deben tener como prioridad que el destino del producto a distribuir sean las oficinas de farmacia, con el fin de atender la demanda sanitaria de la población del territorio nacional.
Juan Ignacio Güenechea apuntó que estas prácticas se producen siempre que hay mercados nacionales con diferentes precios, y que vienen inducidas por la demanda de los países y el propio interés de los laboratorios de que se lleven a cabo estas importaciones. Otro tipo de acciones, que hay que diferenciar claramente, son las que constituyen una ilegalidad y «que perjudican el ADN de la farmacia», según el vicepresidente de Cofares, que compartió con el resto de ponentes el firme rechazo a estas prácticas.
Parafarmacia e Internet
La venta de parafarmacia en Internet es una realidad en nuestro país. No obstante, los farmacéuticos comunitarios aún tienen muchas dudas sobre si éste es un mercado viable para las oficinas de farmacia. Para dar respuesta a esta cuestión se celebró la mesa redonda «La parafarmacia en Internet. Oportunidad o riesgo. ¿A cualquier precio?», moderada por Rosalía Gozalo, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COF de Madrid.
David Masó, CEO de NexusFarma y PromoFarma, señaló que una de las claves de la venta de parafarmacia en Internet es «tener claro a qué tipo de consumidor te estás dirigiendo, saber qué es lo que espera de su compra a través de Internet». Con todo, Masó destacó que una las mayores oportunidades que pueden aprovechar las farmacias es la posibilidad de captar clientes fuera de su ámbito local y aumentar la rotación de stock.
Gema Herrerías, farmacéutica titular de A5farmacia de Sevilla, defendió que «Internet brinda grandes oportunidades, pero solo para aquellos que sepan comunicarse con los usuarios, los que sepan detectar sus necesidades y las resuelvan». Hizo hincapié, además, en la necesidad de poner en valor la recomendación del farmacéutico, también en Internet. «Esto es lo que realmente fideliza al cliente, no el precio».
El director general de Phyto-Lierac Alès Groupe España, S.L, Tony Eslava, recordó la elevada competencia que existe en el mercado a la hora de vender productos de parafarmacia, pese a lo cual defendió que los farmacéuticos pueden encontrar diversas oportunidades en la venta online, pero alertó que «bajo ningún concepto debe convertirse en un medio low-cost».
Fernando Castillo, director general de Novaltia, se preguntó si los farmacéuticos están realmente preparados para entrar en el mercado online –«De las 1.000 farmacias que forman parte de Aragofar, sólo el 45% abren los correos electrónicos que enviamos en un margen de tiempo de una semana»– y recomendó «no entrar en el e-commerce en solitario y no perder nunca el enfoque profesional».
Por último, Pablo Foncillas, lecturer del Departamento de Dirección Comercial de IESE, destacó que para que la venta por Internet sea viable se debe «invertir en la plataforma, gestionarla de forma profesional y entender el marco en el que se encuentra». Para Foncillas, escuchar al mercado es clave, y el sector farmacéutico tiene una gran oportunidad en él.