Inma Riu, colaboradora de El Farmacéutico Joven y community manager del Club de la Farmacia de Almirall, ilustró a la concurrencia con un exhaustivo análisis de las posibilidades laborales existentes para un recién licenciado que no se circunscriben a la oficina de farmacia, la especialidad hospitalaria o la dirección técnica de unos almacenes de distribución, las exclusivas de los licenciados de la especialidad. Riu destacó la buena imagen del farmacéutico entre la sociedad, y en este sentido invitó a los estudiantes a formarse y diferenciarse para encontrar su espacio en el mundo profesional. «Un entorno laboral cada vez más inestable requiere diferenciarse a través de la marca personal», aseveró. La ponente ofreció a los asistentes direcciones de interés a nivel formativo y laboral, para buscar salidas profesionales tanto en España como en el extranjero, especialmente en Europa y en los países anglosajones. «El mundo es un helado muy goloso», animó a los alumnos. «Os lo podéis comer, pero se derrite», apuntó advirtiéndoles de que en los primeros 5 o 6 años de carrera se deben centrar las bases para afrontar el salto a otras latitudes farmacéuticas.
Por su parte, Crisanto Luis Ronchera-Oms, coordinador de Farma FIR, se centró en las posibilidades de trabajo con FIR, única vía para la obtención de un título de Farmacéutico Especialista. «Enhorabuena por haber elegido esta licenciatura», espetó a los muchos alumnos asistentes. «A poco que os lo propongáis os puede llevar a un ejercicio profesional digno y apasionante», añadió animándolos. El ponente expuso las posibilidades laborales y recordó que es una vía de acceso laboral asequible, ya que en la convocatoria de 2011 se ofrecieron 300 plazas para titulados farmacéuticos, a las que sólo se presentaron 1.000 personas. «Tal como está el país no está complicado», valoró. Ronchera-Oms recordó a los asistentes que el sistema FIR requiere de un tesón y capacidad de sacrificio por encima de grandes expedientes académicos. «Esto del FIR es para trabajadores, como la vida en general. Si encima eres listo, ¡es la bomba!», concluyó.