I Encuentro de Asociaciones Profesionales Farmacéuticas

El pasado 19 de abril se celebró en la Universidad Francisco de Vitoria el I Encuentro de Asociaciones Profesionales Farmacéuticas con los objetivos de destacar la figura del farmacéutico en la sociedad y su valor sanitario y que las asociaciones colaboren en mejorar la formación del farmacéutico del futuro.

El encuentro se inició con una conferencia a cargo de Ana Aliaga, secretaria general del Consejo General de Colegios Oficiales de farmacéuticos, sobre «El valor sanitario del farmacéutico como experto del medicamento». En ella Aliaga recordó que la misión del farmacéutico consiste en atender las necesidades de los pacientes en relación con su medicación, lo que supone la realización de diferentes servicios dirigidos al paciente con el objetivo fundamental de obtener los mejores resultados en salud, con medicamentos eficaces, eficientes y seguros, para así incrementar su calidad de vida. En opinión de Ana Aliaga, el farmacéutico es uno de los profesionales sanitarios cuya labor puede ser fundamental en la investigación de estrategias dirigidas al beneficio de la salud de los pacientes y que a la vez supongan un ahorro del gasto público sanitario, colaborando con las administraciones sanitarias para garantizar la prestación farmacéutica y desarrollando servicios que estén relacionadas con la salud y dentro de su ámbito de actuación profesional.

El programa del encuentro también incluyó una conferencia de Luis Recalde, presidente de la Conferencia de Decanos de Facultades de Farmacia, en la que explicó «El farmacéutico que debemos formar para satisfacer las necesidades de la sociedad del siglo XXI». Recalde habló de la situación actual de los estudiantes de Farmacia y ofreció datos interesantes como que el ratio de alumnos por profesor en España es de 10,4, uno de los mejores de la Unión Europea (UE) y que nos sitúa por detrás de Suecia.

El ponente también explicó que el grado en Farmacia tendrá el reconocimiento de máster y los alumnos podrán pasar a doctorado sin tener que cursar un máster previo al tener 300 créditos. Comentó además que el número de alumnos de Farmacia por millón de habitantes es junto con Italia uno de los más altos (435) frente a los 200 de la UE.

A estos datos añadió que en España hay 20 universidades, 13 públicas y 7 privadas, que reciben cada año a aproximadamente 3.000 alumnos, cifra que se ha mantenido en los últimos años a pesar de la crisis, pero que se espera que disminuya en el futuro, pues ya hay saturación de profesionales y a pesar de las múltiples salidas profesionales del farmacéutico será difícil absorber a la cantidad de farmacéuticos que saldrán en los próximos años.

Luis Recalde también comentó que hay nuevas materias que han aparecido en los planes de estudios –Atención Farmacéutica, Ingeniería Genética, Patología Molecular, Biotecnología, Genómica y Farmacogenómica, Farmacoeconomía...–, pero puntualizó que en el futuro deberán incluirse otras para adaptarse a las nuevas necesidades que surjan

Mesas redondas

El encuentro también contó con dos mesas redondas. En la primera, titulada «Salidas profesionales, campos en los que el farmacéutico se tiene que afianzar y defender», intervinieron ponentes de las asociaciones Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), Asociación Española de Farmacéuticos Formulistas (AEFF), Farmacéuticos Sin Fronteras de España (FSFE), Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT), Asociación Española de Farmacéuticos de la Industria (AEFI), Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) y Asociación Española de Farmacéuticos Analistas (AEFA). En ella, aparte de darse a conocer como asociaciones o sociedades presentaron sus propuestas de campos en los que el farmacéutico tiene que desarrollarse como son la farmacia clínica y atención farmacéutica y optimización de la farmacoterapia, la formulación personalizada al paciente (formulación aagistral), la ayuda al desarrollo, la fitoterapia, la farmacia industrial en sus múltiples facetas dentro de la industria farmacéutica y afines (veterinaria cosmética, productos sanitarios, alimentación, etc.), sin olvidar la farmacoterapia y uso racional del medicamento y el campo de los análisis en el laboratorio y diagnóstico clínico.

En la segunda mesa redonda se trató el tema «Qué formación se debe dar al farmacéutico en las universidades para poder llevar a cabo los cometidos que se le exigen» y participaron ponentes de las asociaciones Asociación Española de Farmacéuticos de las Letras y las Artes (AEFLA), Sociedad Española de Farmacia Industrial y Galénica (SEFIG), Asociación Española de Farmacéuticos Católicos (AEFC), Asociación Española de Farmacéuticos Homeópatas (AEFHOM), Sociedad Española de Farmacéuticos de Hospital (SEFH), Asociación Española de Derecho Farmacéutico (ASEDEF) y Sociedad Española de Optimización de la Farmacoterapia (SEDOF). Aparte de darse a conocer como asociaciones o sociedades, los participantes presentaron sus propuestas de formación para el farmacéutico del futuro en los campos de la formación humanística (bioética, historia de la Farmacia, etc.), el campo de la tecnología farmacéutica cada vez más importante en la formación, la homeopatía, la farmacia hospitalaria (farmacia clínica), la legislación farmacéutica y la optimización de la farmacoterapia.

Además de estas asociaciones, en el encuentro también participaron la Asociación Española de Farmacia Social (AEFAS) y Farmacéuticos Mundi.

Conclusiones

En cada una de las mesas redondas se redactaron unas conclusiones particulares que cada asociación o sociedad proponía y que se reunieron en las Conclusiones Generales del Encuentro:

1. La salud constituye un derecho de todo ser humano, siendo el medicamento una importante herramienta terapéutica para combatir la enfermedad que ha permitido un considerable incremento de la expectativa y calidad de vida. El medicamento es un bien de extraordinario valor para los pacientes y representa una parte fundamental de los grandes avances terapéuticos de la medicina moderna.

2. El farmacéutico, dentro del grupo de profesionales de la salud, es el «profesional experto» en el medicamento. Su misión es atender las necesidades del paciente en cuanto al uso de los medicamentos. A él debe dirigirse el paciente para solicitar información sobre los medicamentos y cuestiones relacionadas con la salud.

3. La formación de expertos en el medicamento es un elemento primordial en el ámbito sanitario para los países desarrollados. Como profesionales cualificados, los farmacéuticos deben realizar las actividades implicadas en la investigación y desarrollo, la fabricación y el control, la distribución, la dispensación, la información y el uso responsable de los medicamentos.

4. El farmacéutico debe facilitar el acceso de los pacientes a los medicamentos mediante dispensación «personalizada» a través de los servicios de farmacia hospitalaria y/o comunitaria.

5. El farmacéutico debe colaborar para obtener el mayor beneficio de los tratamientos terapéuticos y la mejora de la salud de los pacientes, mediante la evaluación de la adherencia a los tratamientos, la prevención de interacciones medicamentosas, la evaluación de la eficacia de los medicamentos y la aparición, notificación y control de sus posibles efectos no deseados.

6. La preparación personalizada de medicamentos continúa siendo hoy en día una de las tareas básicas del farmacéutico y es especialmente útil cuando no existen alternativas terapéuticas fabricadas industrialmente. Esta actividad es una respuesta racional y coste-efectiva a situaciones específicas que no pueden afrontarse desde el enfoque generalista de los medicamentos fabricados industrialmente y está en línea con los modernos enfoques de la medicina personalizada.

7. La formación del farmacéutico debe ser «integral», incluyendo, además de una excelente formación teórico-práctica en el ámbito farmacéutico, una cuidada formación humanística y ética. El acercamiento humano al enfermo que sufre y el reconocimiento de la dignidad de la persona y de la vida, en todos sus estadios, desde el comienzo en la concepción hasta su muerte, como pilar fundamental en el desarrollo de la profesión farmacéutica.

8. El farmacéutico debe ejercer su profesión con responsabilidad social y personal para contribuir al desarrollo de los medicamentos y a su utilización adecuada para mejorar la salud física, psíquica y espiritual de sus pacientes, por encima de los aspectos de rentabilidad económica de los medicamentos. El farmacéutico es parte activa de acciones que faciliten el acceso universal a la salud, con actividades que faciliten entre otros el acceso al medicamento en aquellos lugares donde no esté garantizado, teniendo siempre como objetivo final el pleno desarrollo de la persona humana.

9. Los profesionales farmacéuticos deben colaborar estrechamente con los otros agentes sanitarios (médicos, enfermeros, fisioterapeutas, etc.) en equipos pluridisciplinares integrados con la farmacia comunitaria, farmacia de atención primaria y farmacia hospitalaria para una mejor atención al seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes.

10. Las asociaciones profesionales farmacéuticas son un factor clave en la formación continuada de los farmacéuticos para mantenerse al día en los cambios que se produzcan en el conocimiento farmacéutico. Deben: a) conseguir que la formación se potencie en su ámbito de actuación en colaboración con los Colegios y Consejo General; b) mantenerse al día en los cambios en la gestión del conocimiento farmacéutico, y c) transmitir las necesidades de formación a la universidad para que las incorpore a los planes de estudio.

11. Desde la universidad se debe orientar sobre las amplias salidas profesionales del farmacéutico y promover su mayor conocimiento:

Las ponencias del I Encuentro de Asociaciones Farmacéuticas pueden consultarse en el siguiente link:

http://comunicacioninstitucional.ufv.es/primer-encuentro-de-asociaciones-profesionales-farmaceuticas/