La presentación ha corrido a cargo del presidente de la Fundación Weber, Álvaro Hidalgo, quien ha aseverado que «tres años después de que saliera a la luz el primer informe, en 2018, se hace necesario publicar esta actualización, con el objetivo de revisar los datos más recientes, recopilar nueva evidencia y repasar experiencias de éxito novedosas». En este sentido, ha destacado que «el efecto compensación de los nuevos medicamentos se ha producido en la mayor parte de países desarrollados, incluyendo España, y parece ser mayor a largo que a corto plazo». En la misma línea también se ha pronunciado el presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte.
Uno de los pilares del informe es el análisis de cómo los medicamentos innovadores han logrado, en las últimas décadas y junto con los avances médicos y las medidas de salud pública, cumplir con el objetivo de mejorar la salud. Así, han proporcionado avances relevantes en los niveles de salud de la población, permitiendo alargar la supervivencia y la calidad de vida. De hecho, «un 70% de la mejora en supervivencia por cáncer y el 47% de las muertes evitadas en enfermedades cardiovasculares son atribuibles a los nuevos tratamientos».
Otro de los ámbitos que analiza el informe es el papel de la industria farmacéutica como uno de los principales sectores generadores de valor añadido, empleo de calidad y competitividad de las economías desarrolladas, ya que «cada euro en producción genera entre 1 y 2 adicionales en otros sectores, y cada empleo directo, hasta 4 indirectos o inducidos». Según ha señalado Juan López-Belmonte, «esta realidad debe estar en la base de la estrategia que España tiene que definir con respecto a la innovación de medicamentos y el acceso a los mismos, fuentes de esperanza para los pacientes y palancas clave de la competitividad de la industria farmacéutica».