Actualmente el ratio en el que se mueve la farmacia española es de una botica por cada 2.000 habitantes. Una proporción que garantiza que el 99% de la población de nuestro país (sobre un total de 47 millones de habitantes) tenga acceso a profesionales sanitarios. Sobre estas bases se asienta el modelo farmacéutico español. Un modelo que a día de hoy encuentra defensores y detractores en la misma proporción, sobre todo desde la puesta en marcha en Italia de las medidas liberalizadoras anunciadas por el Primer Ministro y Ministro de Economía y Finanzas italiano, Mario Monti, y que ha abierto el debate sobre si es factible esta liberalización en España.
El país transalpino ha comenzado el año con un nuevo paquete de medidas que vienen a solucionar lo que son considerados lastres de la economía del país: insuficiente competencia de mercado e inadecuación de las infraestructuras italianas. Dichas medidas, entre otros sectores profesionales, afectarían a las farmacias que se verían afectadas por la libertad de horarios, una mayor competencia y la reducción del precio de los medicamentos (incluso los de prescripción no financiados, podrían ser vendidos fuera de las farmacias). En palabras del Primer Ministro italiano «el aumento de la competencia llevará de la mano una bajada de precios que beneficiará a los ciudadanos».
Como añadido, el gobierno italiano ha anunciado recientemente la apertura de 5.000 farmacias más, lo que reduciría el ratio italiano en una farmacia por cada 3.000 habitantes, en vez de una por cada 3.400, como había sido hasta la entrada en vigor de estas medidas contra la crisis.
En definitiva, lo que se asegura con estas nuevas aperturas, es que la atención sanitaria que ofrece el farmacéutico, llegue de una forma más cercana a la población. Algo que ya tenemos con el modelo farmacéutico de nuestro país, que con menor densidad de población, asegura que el 99% de los españoles tengan acceso a una farmacia en cualquier rincón del país, por alejado que esté de grandes núcleos urbanos o poblacionales.
Según Carlos García-Mauriño, Presidente Ejecutivo de Asefarma, «esperamos y deseamos que desde el Ministerio de Sanidad, se siga trabajando para que el modelo farmacéutico español, defendido ante
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