En palabras de la directora de marketing, el objetivo de Oil-Absolute es cubrir tres puntos del envejecimiento cutáneo: la falta de nutrición, ya que con el paso de los años nuestra capacidad de segregar sebo disminuye (una piel joven segrega en torno a unos 50-100 mg/h; a los 40 esta cantidad decrece a la mitad, y a los 70 apenas hay segregación de sebo), atacar el burn out cutáneo, y combatir los signos propios de la edad (arrugas, falta de firmeza, etc.). Se buscaba, por tanto, un producto que corrigiese los síntomas ya instaurados.
Para combatir la falta de nutrición se han seleccionado 4 aceites preciosos: camelia, buriti, albaricoque y jojoba, combinados con el ámbar por su gran capacidad de regeneración de la piel. Para reactivar la piel se ha utilizado un polifenol que estimula las defensas celulares y la saca de su estado de agotamiento, y un hexapéptido para reprogramar las células madre y devolver a la piel su capacidad para autorregenerarse.
En la presentación Bárbara Padrés insistió en que para disfrutar plenamente de este producto es muy aconsejable seguir el protocolo de masaje recomendado: verter 2 o 3 gotas de producto en las manos, calentarlas y aplicar el producto presionando sobre el cuello y subiendo a continuación hasta la frente; a continuación, realizar pequeños pellizcos desde el interior del rostro hacia el exterior para estimular el despertar cutáneo, y terminar con un movimiento de alisado desde el centro del rostro hacia el exterior.